20 ago 2009

IF...?

IDEA ORIGINAL

Minoru Ivanov


Titulo: IF…?
Genero: Comedia, Romántico
Rating: R
Escrito por: Forfirith

El Elenco

- Kim JunSu
- Park YooChun
- Kim JunHo
- Park YooHwan
- Madre de JunSu
- Madre de YooChun
- YooNa




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De nueva cuenta me hallo aquí frente a mi computadora como siempre, solo que esta vez es diferente, ando buscando unas cosas en la red las cuales tengo que tener listas como máximo en dos horas; no puedo evitar esbozar una sonrisa al pensar en esto y mi mente comienza a recordar como todo era diferente hace apenas unos meses…

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- JunSu… JunSu… despierta flojo, es casi medio día y no te has levantado de la cama para nada… - escucho la voz de mi madre que me habla mientras comienza a zarandearme un poco ¿acaso no entiende que debo descansar para que mi mente trabaje al 100% en todo el día?
- Mamá… aún tengo sueño, no molestes por favor… me dormí muy tarde anoche…
- ¿Anoche?... dirás hoy en la madrugada… todos tus desvelos son porque te la pasas pegado a esa cosa… le dije muy claro a tu padre que eso solo te haría un mal… no sirve para nada más que para quitar el tiempo y hacer a la gente ermitaña…
- No comiences de nuevo por favor…
- Pues si quieres que no diga nada entonces levántate y se una persona normal…

Salió azotando la puerta de mi habitación mientras no me quedaba de otra más que levantarme si no quería que me siguiera fastidiando el resto de mi vida; como era costumbre de los Sábados, me paré de la cama y antes de ir a hacer mis necesidades fisiológicas me coloqué mis lentes y encendí mi computadora la cual era mi mayor tesoro, nadie entendía el cariño que le tenía a esta máquina pero sinceramente no me importaba que lo comprendieran, yo era feliz estando ahí sentado frente a ella, viendo al mundo a mi manera puesto que no tenía que salir para darme cuenta de todo lo que pasaba afuera, la Internet nos muestra mucho más de lo que se puede ver a simple vista así que ¿para que?

Por fin salgo de mi habitación y me paso por el baño antes de bajar a la cocina a ver que puedo robar ya que estoy seguro que mi madre no me preparará absolutamente nada para desayunar; cuando llego la veo ahí lavando algunos trastes, de seguro los que usaron mi padre y mi hermano los cuales ya han de estar es sus salidas de los fines de semana para convivir padre e hijo, salidas en las cuales yo me rehúso a ir, ¿un día entero sin mi computadora?... eso jamás.

Abro el refrigerador y veo que puedo comer para calmar el hambre que mi estomago reclama encontrando unas rebanadas de pizza de queso, las mismas que deje el día anterior al regresar del colegio y pedirla al ver que ya habían comido en la casa sin mi, no es que importe mucho la verdad, prefiero comer lo que a mi me gusta en la comodidad de mi habitación y frente a mi amada computadora; saco lo que queda de la pizza y la meto al horno de microondas para que se caliente en lo que me sirvo un poco de jugo, siento como mi madre me observa mientras hago todo esto, en verdad la amo muchísimo, pero no me comprende y eso me desespera, así que prefiero alejarla de mi antes de ser grosero con ella, eso ni yo mismo me lo perdonaría.

- Hijo… ¿ya viste que se están mudando a la casa de junto? – me preguntó, sinceramente no me interesaba en lo más mínimo y también era cierto que ni cuenta me había dado
- Mmm… no sabía… solo espero que no sean muy escandalosos…
- No creo, de hecho es una mujer con sus dos hijos…
- Pues espero que los escuincles no sean de los chillones que se la pasan berreando por todo
- No son pequeños, por lo que pude ver hace un rato que salí un momento, uno es como de tu edad y el otro un poco más chico, pero ninguno es menor a los 12 años…
- Ah que bien… pues más les vale… solo espero que no sean de esas familias que se la pasan discutiendo… pero a últimas es su vida, solo que no se escuche hasta acá y de ahí en fuera si quieren que se destacen allá dentro…
- ¡¡JunSu…!!
- Mami… ya sabes… evitemos esto por favor… - saco la pizza del horno y agarro mi vaso de jugo encaminándome a la salida de la cocina - …ya sabes donde estaré…

Por fin llego a mi habitación y coloco mi comida a un lado en una mesita que puse especialmente para eso, si le llegara a caer un poco de agua o alguna otra cosa sobre mi PC, creo que ahí mismo me muero; me siento por fin en mi cómoda silla y abro una ventana del explorador, hoy me dedicaría a investigar un poco sobre ese nuevo videojuego que dicen muy pronto estará a la venta y claro que descargaré una vez que este disponible.

Me levanto de la silla estirándome como gato desperezándose, volteó a ver la hora que me marca la pantalla y me doy cuenta que son las ocho de la noche, en verdad que el tiempo pasa volando cuando uno se entretiene con algo que le gusta; salgo de la habitación para bajar los trastes que subí con mi desayuno, se me hace un poco extraño que mi madre no me haya pasado a ver ni una sola vez, o tal vez si lo hizo pero ni cuenta me di; al llegar a la cocina veo que esta apagada, de hecho no se escucha nadie en la casa por lo que imagino que mi madre salió y eso lo compruebo al ver un recado pegado en la puerta del refrigerador donde me decía que mi padre la había invitado a cenar y que mi hermano se quedaría a dormir en casa de uno de mis primos.

Sin dar mucha importancia al asunto tiro el papel a la basura y tomo un vaso de agua regresando a mi habitación para seguir navegando por la red, al entrar me percato que ni la luz he encendido y ni lo voy a hacer, me gusta estar a oscuras, la luz que da la pantalla es suficiente para mi, al fin y al cabo lo que utilizo es lo que esta iluminado; cuando me siento de nuevo y estoy dispuesto a ver que encuentro comienzo a escuchar una música muy hermosa; no todo mundo lo sabe, yo creo que ni mi familia, pero yo amo la música igual que a mi computadora, solo que no soy bueno con ningún instrumento, por eso prefiero solo escucharla y cuando se que nadie esta cerca, me gusta cantar, creo que hay muchas cosas que ni los que me quieren saben, pero mejor así; me levantó de la silla y trato de encontrar el lugar de donde proviene esa música, al parecer es un piano y debo admitir que la melodía es muy hermosa.

Me asomo por la ventana pero esta solo me deja ver un poco de la cerca que divide mi casa con la de junto y es cuando veo la ventana de esa casa encendida y me percato que de ahí viene la música; trato de enfocar bien mi mirada pero no logro ver con precisión aunque noto a alguien, acercó el telescopio que esta a un lado de la ventana y me atrevo a observar por medio de el a la persona que se nota esta en esa habitación, cuando lo logro veo a un chico sentado tocando el piano, recuerdo las palabras de mi madre en la mañana y asumo que ese es el muchacho que ella decía que era de mi edad, realmente lo hace bastante bien y no se el motivo por el cual no puedo dejar de verlo, por la posición en la que esta no logro verle el rostro, pero sin duda es alguien con talento.

Increíble o no, ha pasado una hora desde que estoy aquí mirando por el telescopio a mi vecino, su música es hipnotizante y no me canso de escucharlo hasta que veo como las notas dejan de escucharse, puedo apreciar como se levanta y se estira un poco y cuando lo hace por fin puedo ver su rostro, si antes con la música me había quedado prendado al verlo algo hizo que me quedara inmóvil, noté como se acercaba a la ventana y hacía por bajar el cristal pero al comenzar a hacerlo fijó su vista hacia el frente, de hecho hacía mi dirección; rápidamente me hice a un lado ocultándome con la pared, mi corazón comenzó a acelerarse por el hecho de que me haya descubierto, después de unos minutos de nueva cuenta volví a asomarme pero la ventana ya estaba cerrada y oscura.

Hice a un lado mi telescopio y cerré la ventana, ¿por qué había estado observando a ese chico tanto tiempo?, su talento en el piano era sin igual y de seguro eso me había como hipnotizado pero, ¿por qué me sentí extraño cuando pude ver su rostro?; sacudí mi cabeza repetidas veces y traté de dejar de pensar en eso, mejor regresé frente a mi computadora la cual estaba en suspensión por el tiempo que la tuve sin uso y comencé a navegar como siempre, ya mañana iba a ser otro día.

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Estoy harto de toda esta gente que se me quiere acercar solamente por mi apariencia, la cual piensa que siendo amable conmigo lograra que yo me convierta en su amigo; en este momento voy camino a mi casa con una compañera que me tocó de equipo en una materia y la cual tengo que soportar solamente por eso, la verdad es que odio a las personas así, no me hacen falta, bueno, no todas las personas son de esa forma aunque contadas son las que realmente quiero en mi vida; nunca creí que el llegar a este lugar me podría cambiar tanto aunque no lo parezca en realidad, a mi mente llegan esos mementos que sinceramente son mucho mejores que toda la palabrería que esta soltando esta chica a mi lado…

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Detesto que haga esto, siempre es lo mismo y ya estoy cansado, entiendo que quiera ver por mi hermano y por mi ahora que estamos solos, pero que nos traiga de un lado a otro cada X tiempo ya me tiene harto; ahora se le ocurrió venirse a vivir de nuevo a Seoul, no es que extrañe América, la verdad no dejé nada bueno allá, pero tampoco hay nada bueno acá, así que mejor malo por conocido que bueno por conocer, aunque ya he vivido aquí, de hecho de aquí somos, pero hace muchos años que fue eso y la verdad ni me acuerdo.

Por fin llegamos a la nueva casa donde vamos a vivir, cuando me bajo del coche la observo detenidamente, no es muy grande aunque tampoco es pequeña pero creo que podríamos haber adquirido una mejor; mi madre da indicaciones a los de la mudanza para que comiencen a bajar algunas cosas, mi hermano corre hasta donde están los trabajadores para él también hacer algo, estoy por subirme de nueva cuenta al auto para esperar a que terminen cuando escucho la voz de mi madre.

- YooChun… ¿no vas a ayudarnos?
- Mamá… para eso contrataste a estas personas, no vas a pagarles para que yo haga su trabajo ¿o si?
- No me hables en ese tono YooChun, te lo advierto…
- No te estoy hablando de ninguna forma, solo es la verdad
- Pues no me interesa jovencito, ahora mismo vienes a ayudar a bajar algunas cosas, mínimo tus cosas… - sin decirme nada más se dio la vuelta bastante molesta pero con la orden ya dada, ni modo, cuando la jefa lo dice hay que obedecer o no hay dinero

De mala gana me acerco al camión de mudanza y tal cual fue la orden de ella, comienzo a bajar “mis cosas”, pero ahora que lo pienso tenía razón, capaz que estos descerebrados trabajadores eran capaces de romperme algo y ahí iban a saber lo que era amar a Dios en tierra de santos; ahora solo espero que no se le ocurra ponerme a acomodar porque ahí si que no le voy a hacer ningún caso, ni que fuera un criado.

La mayoría de las cosas ya estaban dentro de la casa en los lugares donde iban a quedar, por lo que me tranquilizó que no me hubieran fastidiado con esa labor; mi madre daba las últimas indicaciones a los trabajadores y deseaba que terminaran lo antes posible puesto que ya me estaba aburriendo verlos en la casa; veo como mi hermano se acerca a mi apresurado pero con un poco de temor al hablarme.

- Her… hermano…
- ¿Que quieres?
- En el camión, solo queda tu piano… - me le quedo viendo un momento para luego fruncir el entrecejo mientras buscaba con la vista a los hombres de la mudanza, una vez que los diviso les llamo para dar la orden claramente
- Ey… ustedes… aún falta una cosa por bajar, así que andando y cuidadito con hacerle algún daño

Los hombres me miraron con mala cara pero la verdad es que eso me tiene sin cuidado, están aquí para obedecer y cumplir con su trabajo; caminé a la salida siendo seguido por ellos, tenía que supervisar completamente esta labor. Los conduje hasta mi habitación la cual admito es bastante grande, es lo mínimo que merecía por estar en este lugar del cual ya estaba fastidiado.

Toda la tarde estuve leyendo sobre mi cama esperando a que terminaran de poner toda la casa en orden, mi madre pidió comida china así que una vez que llego la agarre y me subí a mi habitación para estar tranquilo; una vez que me aburrí de la lectura decidí hacer lo que en verdad me apasionaba, por lo tanto me levanté y me senté en el banquillo mientras colocaba mis manos sobre las teclas al mismo tiempo que cerraba mis ojos, toda la vida había amado la música y tocar el piano era lo único que me podía relajar completamente, así que dejando mi mente en blanco comencé a mover mis dedos haciendo que la música se comenzara a escuchar.

Cuando creí que era suficiente decidí parar, me levanté estirándome un poco para destensar mis músculos de estar en la misma posición, comenzaba a hacer un poco de frío y es cuando me di cuenta que la ventana estaba abierta, de seguro había sido mi madre cuando llegamos o algunos de los trabajadores, la verdad me daba igual, solo quería darme una ducha y dormir; me acerque a la ventana para cerrarla cuando tuve una sensación, una como esas ocasiones en las cuales tienes un presentimiento o algo te comienza a inquietar, desde esa perspectiva y a esa hora no se veía nada, pero pude apreciar un poco la ventana que estaba derecho hacía donde daba la mía, me pareció ver una sombra o algo por el estilo pero no estaba seguro, un escalofrío me invadió en ese momento por lo que decidí cerrar rápido y meterme a bañar para por fin poder descansar de este chocante día.

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Por fin imprimo lo que tanto tiempo llevo buscando, se que es algo tonto pero realmente quiero dárselo, la verdad es que aún se me hace difícil el asimilar que esto esté pasando, yo que jamás creí que alguien me comprendería y de pronto aparece él enseñándome que no todas las personas son iguales, en verdad que la vida a veces es tan retorcida, ahora me pregunto ¿qué seria de mi en ese momento si no lo hubiera visto jamás?...

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No lo puedo creer, dos semanas han pasado desde que la familia de a lado se mudo y todas las noches ese chico toca el piano y yo estoy como diota admirándolo sin poderlo evitar, no entiendo que es lo que me impulsa a hacerlo, solo se que su música me tranquiliza como ninguna otra, he tratado en mi computadora de buscar que melodías toca, pero no encuentro nada, tal vez sean composiciones suyas y si es así, mis respetos para él, no solo toca como los dioses, sino que compone como ellos.

Como siempre su repertorio dura aproximadamente una hora, cuando escucho que termina me dispongo a guardar mi telescopio, pero en eso la luz de mi habitación se enciende de repente asustándome y haciendo que voltee inmediatamente.

- JunSu ¿qué haces?
- JunHo… en tu vida vuelvas a hacer eso… un día de estos me va a dar azúcar…
- Así has de tener la conciencia…
- ¿Qué quieres?... ¿nadie te enseño a tocar antes de entrar a un lugar sin autorización?
- Solo venía a ver como estabas ya que si no se aparece uno por aquí ni en cuenta que existes…
- Pues estoy bien, ahora sal de habitación por favor…
- Hermano, deberías de cambiar un poco, conocer gente, salir de esta madriguera… no llegaras a nada estando aquí toda la vida – sus palabras me hicieron soltar un suspiro, de nuevo iban a fastidiar con eso, ¿acaso no entendían que no me interesaba por el momento conocer a nadie ni socializar?
- JunHo…
- Si, si… lo se, que ya no te hable de eso, tu sabes lo que haces con tu vida… pero lo hago porque me preocupo por ti hermano… – nos quedamos viendo un momento hasta que él se dio la vuelta dispuesto a salir, pero antes de hacerlo de nuevo me miró - …el día que tengas un problema o necesites algo, sabes que puedes confiar en mi JunSu…

Sin más salió dejándome solo de nuevo en mi recamara, entendía su punto pero la verdad no quería preocuparme por nada en este momento, así como estaba llevando mi vida me sentía bien y no me interesaba nada más; me giré de nueva cuenta para acomodar mi telescopio cuando noté como el chico de enfrente estaba recargado en la ventana viendo hacía mi dirección, el corazón me comenzó a latir muy rápido, por lo que por impulso quite mi telescopio y cerré mi ventana de manera apresurada apagando al momento la luz; me recosté en mi cama como si el acto me hiciera calmarme aunque la verdad me sentía muy nervioso. Después de unos minutos me levanté y me fui hacía mi computadora, necesitaba distraerme y que mejor que en eso.

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¿Acaso a esta mujer nunca se le detiene la boca?, juro que apenas terminemos el mentado trabajo en la vida la vuelvo a ver, es más hueca que las figuras de bamboo que mi madre tiene de adorno en la sala; reflexionando un poco sobre mi llegada a este lugar me acabo de dar cuenta que en realidad solo es una persona a la que deseo que este conmigo y solo espero el momento oportuno para dárselo a entender completamente ya que al parecer no lo ha notado; en la vida imaginé que a mi me diera curiosidad algo y mucho menos alguien, pero ahora comprendo que la vida nos da sorpresas y en verdad que esa ocasión fue una de ellas…

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Eran las dos de la mañana y no podía dormir, me levanté de la cama y del buró de la derecha saque mi cajetilla de cigarros, sabía que la nicotina no me ayudaría a dormir pero al menos me relajaría un poco, me acerque a la ventana y la abrí para que el humo no se quedara del todo dentro de la habitación; encendí el cigarrillo y di una fuerte calada llenando por completo mis pulmones para luego dejarlo salir lentamente mientras observaba la ventana de la casa de junto; no estaba al 100% seguro de quien era, más bien no tenía idea pero sabía que el ocupante de esa habitación me observaba todos los días cuando tocaba el piano, al principio creía que eran alucinaciones mías, pero por fin hoy me di cuenta que era cierto.

Me causaba mucha curiosidad el hecho de ver siempre a oscuras ese lugar, pero hoy por fin vi luz y no pude evitar quedarme viendo para descubrir si eran ciertas mis sospechas descubriendo que estaba en lo correcto, solo que no pude notar con claridad de quien se trataba y eso me dejaba más intrigado, primero que nada porque ¿quién se creía esa persona para meterse en mi privacidad? y segundo, ¿por qué lo hacía?, aunque tengo que admitirme a mi mismo que me parecía divertido.

Cuando terminé con mi cigarrillo, tiré la colilla por la ventana mientras una sonrisa adornaba mi rostro, mañana comenzaría mi turno y descubriría de quien se trataba, y cuando lo supiera, esa persona sabría en realidad quien era Park YooChun.

Voy saliendo de mi casa y como siempre mi madre reclamándome por mi falta de interés a la hora del desayuno, trato de hacer oídos sordos al respecto y salgo por fin de la casa notando que en la casa de junto una señora va saliendo, este era el momento justo para irme enterando de quienes eran mis vecinos.

- Buenos días… - dije mientras trataba de pensar con que pretexto poder hacer conversación
- Buenos días… ¿tu eres el chico que vive en la casa de junto verdad?
- Así es… mi nombre es Park YooChun… - excelente, esta mujer me estaba haciendo más fácil llegar a lo que quería saber
- Mucho gusto YooChun, yo soy la Sra. Kim…
- Lo mismo digo, es un placer tener de vecina a una señora tan guapa, de seguro su hija a de ser igual de guapa que usted…
- Jajaja que amable eres YooChun, favor que me haces pero no tengo hijas, tengo dos varones…
- ¿En serio?... y ¿son pequeños?
- No, son gemelos de hecho, tienen 17 años uno se llama JunHo y el otro JunSu
- Nunca los he visto, claro que también tiene poco que nos mudamos
- Pues a JunHo si es mas fácil que lo veas, aunque no siempre se encuentra en casa; a JunSu si es el que esta difícil, se la pasa en su recámara todo el día metido y no sale a casi ningún lado, solo al colegio pero de ahí en fuera es un triunfo lograr que salga de casa - ¿podría ser posible que se tratara de ese tal JunSu, como poder saberlo?
- Ya veo… a de ser difícil tener dos hijos que son tan iguales y diferentes a la vez…
- Pues si, la verdad es un poco duro eso, pero los adoro… aunque si me gustaría que JunSu cambiara un poco y dejara de ser tan ermitaño, se la vive en su computadora y en ocasiones ni come por estar ahí pegado…
- Con razón ni se escucha ruido, hasta llegue a pensar que nadie vivía en su casa, en especial porque la ventana que da a la de mi recámara siempre está a oscuras - dije señalando la ventana frente a mi habitación
- Pues esa es precisamente la de JunSu, hasta parece vampiro el condenado chamaco… - bingo, eso era lo que yo quería saber, ahora era hora de la retirada
- Pues ojala que su hijo recapacite… bueno señora me tengo que ir que se me hace tarde para el colegio… mucho gusto de nuevo…
- Que te vaya bien YooChun, cualquier cosa ya sabes donde encontrarme
- Muchas gracias, hasta luego…

Mientras iba caminando rumbo a la escuela iba pensando en lo que la señora me había dicho, así que JunSu era el nombre de quien me espiaba y era un chico; por lo que me di cuenta era alguien bastante especial y eso picaba aún más mi curiosidad por conocerlo pero al parecer eso iba a estar difícil, así que tenía que ir pensando la forma de cómo poder lograrlo; me detuve un momento analizando algo que en mi mente se comenzaba a formar mientras una sonrisa se asomaba por mi rostro.

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Me siento nervioso y no se el motivo, ni que esta fuera la primera vez que iba a venir, aunque claro me estoy adelantando un poco a los hechos puesto que no me a confirmado aún nada, pero da lo mismo, ni que viviera lejos; este pensamiento me da un poco de risa y a la vez confusión, parezco novia desesperada y eso no me gusta para nada, aún recuerdo que la primera vez que hablamos estaba que me moría de los nervios, sin duda el destino nos juega muy sucio y yo lo descubrí de esa forma…

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Odio hacer este tipo de trabajos, menos mal que no fue en equipo porque ahí si que hubiera tenido un problema; la verdad es que no me gusta estar con mis compañeros porque no me entienden, solo se la pasan burlándose de mi y diciendo que no soy alguien normal y eso me molesta al mismo tiempo que me pone triste, nadie me entiende y creo que nunca nadie lo hará; dejo de tipear en el teclado para tomar un descanso, desde que llegue del colegio me la he pasado haciendo el ensayo que nos encargaron y siento que ya fue suficiente, instintivamente reviso el reloj y veo que ya se acerca la hora en la que mi vecino comienza a dar su recital como todos los días, por lo tanto tengo que comenzar a prepararme para poder verlo.

Cuando me levanto y me dirijo al baño escucho como una música se comienza a escuchar, en seguida me doy cuenta que se trata de él, cosa que me extraña de sobre manera puesto que no es hora; me acerco a la ventana y jalo mi telescopio para comenzar a verlo pero una vez que enfoco me doy cuenta que su habitación esta a oscuras ¿entonces no se trataba de él? pero la música era la de él, la reconocería en cualquier lugar; un poco desorientado me asomo por la ventana para tratar de ver de donde proviene esa música y casi pude apostar que me iba a dar un paro cardiaco cuando escuche una voz que me hablaba.

- Hola… ¿se te perdió algo en esa dirección?...
- Yo… no… - no era posible, mi vecino estaba de pie junto a la cerca que dividía nuestras casas viéndome detenidamente
- ¿Acaso estabas espiando mi casa?
- No… para nada… yo solo…
- ¿Cómo te llamas? – me sorprendió un poco su repentina forma de actuar, al principio parecía que me iba casi a demandar por asomarme por la ventana mientras veía la suya y de pronto suavizó un poco su expresión mientras preguntaba mi nombre, aunque seguía con un gesto que la verdad daba un poco de miedo
- Kim… Jun… JunSu…
- ¿Por qué tartamudeas?...
- Es que… me asustaste
- ¿Tan feo estoy?... – en ese momento dibujo una sonrisa que me hizo ruborizar al instante, yo solo pude girar un poco mi rostro para que no lo notara, aunque a esa altura posiblemente ni lo había percibido - …mi nombre es Park YooChun y… ¿puedo preguntar que hacías viendo hacía mi ventana? – bendita pregunta que me estaba matando en ese momento, ¿ahora que le iba a responder? ni modo que dijera “es que adoro como tocas el piano y me gusta observarte todas las noches”, aunque esa sería la más lógica de responder, pero posiblemente la mal interpretaría, tenía que inventar algo y rápido
- Escuche música y me asome para ver de donde provenía… - bien JunSu, prácticamente había dicho lo mismo
- ¿Y que te hacía pensar que era de mi casa de donde provenía?
- No, no lo sabía… por eso me asomé para ver, pero mi ventana da exactamente a la tuya, por lógica era el primer lugar al cual miraría…
- Ya veo… pero no te preocupes, no hablaré a la policía por eso y para que desaparezca tu curiosidad, la cual me doy cuenta es demasiado grande, la música viene de este reproductor… - me dijo mientras señalaba el aparato el cual estaba a un lado suyo, miré dicho artefacto para luego regresar la mirada al rostro de mi vecino, sonreía y me ponía de nervios que lo hiciera
- A pues… gracias, supongo… bueno me tengo que ir… mucho gusto, adiós…
- Espera… - me dijo antes de que cerrara mi ventana, detuve mi acción y lo volví a ver - …eres un chico bastante interesante JunSu… cualquier cosa ya sabes donde vivo

Sin más se dio la vuelta y se fue alejando hasta que lo perdí de vista, cerré inmediatamente la ventana sintiendo muy caliente mi rostro, nunca me habían dicho una cosa así y en verdad estaba muy apenado; me senté en la orilla de mi cama mientras repetía en mi mente su nombre, sin duda era un chico bastante extraño, sacudí mi cabeza un par de veces y me recosté poniéndome una almohada sobre el rostro, en verdad sentía mucha vergüenza que me hubiera descubierto con las manos en la masa.

Al otro día iba llegando del colegio cuando mi madre se acercó a mí diciendo que en mi recámara había un paquete que me había llegado, me sorprendí al momento de eso, lo único que me llegaba por correo eran las compras que hacía por Internet y últimamente no había pedido nada; subí corriendo hasta mi habitación y al entrar pude ver sobre la cama una caja no muy grande donde decía mi nombre, al inspeccionarla me di cuenta que no tenía remitente ¿qué tal si se trataba de ántrax o algún veneno tóxico que al abrirlo me haría caer muerto al instante?, me reí por la estupidez que había pensado, pero realmente esa idea no me había abandonado del todo.

Con mucha cautela comencé a abrir el paquete muy lentamente por si se aparecía algo indeseado, trataba de mantener alejado mi rostro de cualquier cosa que pudiera salir de ahí, pero al estar la caja completamente abierta me di cuenta que solo había un CD y una carta; saque las dos notando que no decía nada ni en la carátula del disco ni en el sobre por lo que saque el papel que venía dentro del último leyendo detenidamente.

- Querido vecino, pude notar que te gusta mucho la música que toco, y eso lo se porque la realidad es que me he dado cuenta que me espías cuando estoy tocando el piano, la pequeña charla que tuvimos el otro día me lo confirmó; sinceramente lo hice a propósito para poder conocer a la persona que me espiaba todas las noches… espero que escuches el disco que te mando y algún día podamos volver a tener otra plática como la de ayer, aunque me gustaría que hablaras un poco más, en serio lo repito, se ve que eres muy interesante… al igual que tú soy muy curioso y tu habitación a oscuras aumenta mi curiosidad, ojala algún día me permitas conocerla… tu vecino… YooChun

Quede con la boca prácticamente abierta, primero que nada porque a saber desde cuando él se había dado cuenta de que lo veía, en segunda porque seguía diciendo esas cosas que era imposible que alguien pensara si no conocía para nada a la otra persona y en tercera porque me estaba insinuando el hecho de querer venir a mi recámara ¿pues que se creía el tipo ese?. Deje a un lado la hoja y tomé el disco que me había enviado, dude un poco en escucharlo o no, era como estar haciendo lo que el me decía, pero en algo tenía razón, era muy curioso y siempre lo iba a ser, así que metí el disco en mi reproductor y comencé a escucharlo dándome cuenta que era música de piano, la música que él mismo tocaba; sonreí un poco para mi mismo, en realidad esto estaba siendo una locura y lo peor es que lo estaba considerando.

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Por fin llegamos a mi casa y bendito sea el cielo que le paro el pico a esta vieja, estaba a punto de decirle que le pagaba porque hiciera el trabajo ella sola y mandarla a volar pero bien lejos, pero ya estábamos aquí así que al mal paso darle prisa; pude notar que no estaban mi mamá y mi hermano por lo cual sintiéndome dueño y señor de todo, que en cierta forma lo era, saqué un cigarro de mi bolsillo y lo encendí bajo la atenta mirada de la intrusa, sentí que iba a decir algo pero no la deje, solo me limité a indicarle el camino al estudio donde prácticamente la encerré en lo que iba a la cocina; al llegar saque la jarra de jugo y me serví en un vaso y mientras lo bebía me percaté de una cos que estaba a un lado de la alacena sobre una mesita, yo mismo lo había puesto ahí y no lo recordaba, me acerqué y lo agarre mientras una sonrisa aparecía en mi rostro, creo que nunca me lo iba a perdonar aunque gracias a eso, o al menos eso quiero creer, es que por fin pude estar cerca de él…

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Una semana ha pasado desde que le envié el paquete a mi vecino y ya no lo he visto espiándome, en realidad esto me tiene algo molesto y no se el motivo, desde ese día le he seguido mandando mensajes por distintos medios, un día me atreví a dárselo a su madre inventando que necesitaba una encuesta del colegio con chicos de nuestra edad y como gracias a ella supe la edad de sus hijos, pues le dije que si me hacía el favor de dárselo a JunSu para que lo contestara y que luego pasaría por él; en otra ocasión lo vi entrando a su casa por lo cual me acerque discretamente a él quien al verme cerca pego un grito como si lo estuviera matando, cosa que me espantó a mi por lo cual solo le di la carta y salí corriendo, el último que le envié fue ayer cuando al ver su ventana abierta decidí lanzarle una piedra con un papel atado a ella, escuche como algo se rompía por lo cual decidí mejor desaparecer al momento, posiblemente por eso no me había contestado nada aún.

Venía de regreso de haber salido con mi madre a hacer unas compras ya que decía que nunca la acompañaba a nada, así que mejor obedecí si no quería estar escuchándola por largo rato; cuando llegamos a la casa comencé a bajar las cosas del coche mientras mi madre revisaba el correo, cuando iba pasando a su lado por la puerta me detuvo diciendo que tenía una carta para mi, no supe si fue instinto, corazonada o ilusión pero rápidamente la tomé en mis manos dejando las cosas en un mueble de la sala mientras me iba al estudio a leerla.

Abrí el sobre sin ver que decía puesto que me imaginaba de quien venía y no estaba en ningún error, admito que me sentía patético por sentirme de esa forma pero era algo que nunca me había pasado y me daba cierta emoción, saqué el pedazo de papel el cual venía escrito en computadora, al parecer su madre tenía razón y solo se la vivía pegado a esa maquina, pero en ese momento eso me daba igual. Comencé a leer el contenido de la carta mientras sentía las manos sudadas por dicha acción.

- Vecino, porque no puedo decir querido como tu lo haces, no se que tramas con todo esto, si es por el hecho de que te he estado espiando déjame darte una disculpa, no era por algo malo, sencillamente así como tu lo notaste, me gusta mucho como tocas el piano y me deleitaba escuchándote, creo que eso sería un halago para cualquier persona pero si tu lo has tomado por el lado equivocado en serio que mil disculpas; decidí desde el día que me llego tu carta que ya no lo haría más puesto que me di cuenta que era demasiado incómodo para ti, sin embargo tu sigues mandándome mensajes donde ya no me reclamas por lo que hice, sino que ahora solo me insinúas el hecho de que quieres conocerme más y que quieres que te invite a mi casa; no se que pretendes con esto en verdad…


Deje de leer, por lo visto ni yo mismo m e había dado cuenta de lo insistente que estaba siendo con este hecho, pero la realidad es que no me podía sacar de la cabeza esa curiosidad, quería conocerlo a como diera lugar, nunca me había gustado interactuar mucho con las personas, solo en ocasiones con algunas chicas que en verdad me gustaban para pasar el rato o sino algunos chicos que decían llamarse “amigos” de los cuales solo los usaba para conseguir lo que quería, pero nunca me había “obsesionado” con alguien como con mi vecino; golpee repetidas veces mi cabeza con la palma de la mano repitiéndome mentalmente lo estúpido que era, luego seguí con la lectura en la cual estaba seguro me mandaría a freír espárragos.

- …en primera, deja te digo que por tu culpa ni siquiera he podido dormir bien, temo que al despertar encuentre carteles pegados por todos lados diciendo tus insinuaciones; en segunda, gracias a tu último mensaje rompiste uno de mis muñecos de acción favoritos el cual me tienes que pagar y en tercera, no me cabe en la cabeza el hecho de que quieras conocerme si ni siquiera hemos platicado una sola vez bien como para que esa curiosidad te llene… pero ¿te digo algo?, dicen que al mal paso darle prisa, y no se ni siquiera porque lo estoy haciendo, tal vez para que por fin puedas dejar de estar haciendo esto aunque tal vez tú lo hagas por venganza, pero si es así, afronto las consecuencias ya que admito que fui yo el culpable de que todo esto se esté suscitando… no te conozco para nada y repito, no se lo que pretendas, pero de acuerdo, el Sábado puedes venir a mi casa, a ver si así todo esto termina de una buena vez… espero que de aquí a ese día no reciba ya ningún mensaje, se como la gente civilizada y ese día sencillamente toca la puerta… te veo el Sábado y no se porque siento que lo lamentaré… JunSu

¿Había dicho que sí?, ¿en serio había dicho que el Sábado podría ir a su casa?; comencé a doblar la hoja mientras la guardaba en mi pantalón mientras una sonrisa se asomaba por mi rostro, por fin podría disipar el misterio de ese chico el cual nació en el momento que supe que me observaba diario, aunque tengo que admitir que no tengo la menor idea de que decir o hacer en el momento que vaya a estar frente a él, bueno ya ese día vería lo que ocurriría, ahora lo único que deseaba era subir a mi recámara y tocar mi amado piano, el cual estaba seguro que él escucharía aunque no me estuviera observando.

Era Sábado por fin y desde muy temprano me había despertado, el sueño se me había esfumado de una manera inmediata con todo y que me había desvelado la noche anterior viendo unas películas, apenas me levanté de la cama me fui a dar un baño para luego bajar a desayunar, cosa que sorprendió mucho a mi madre puesto que la mayoría del tiempo lo hacía solo o sencillamente no lo hacía; se extraño mucho por mi repentino comportamiento pero no pude contestarle nada en concreto ya que ni yo mismo sabía el motivo real, solo sabía que estaba ansioso y trataba de negarme a mi mismo el motivo, aunque estaba conciente del porque.

Subí a mi recámara y comencé a vestirme, mientras hacía esto caí en cuenta que jamás mi vecino me había dicho la hora en la cual debía de ir, me quede pensando un poco en como saber eso, pero analizándolo con calma, la única forma de saberlo era preguntándole y para dado caso pues mejor me aparecía ahí y ya no tendría caso el investigarlo, así que seguí con mi labor y una vez que estuve listo me dispuse a salir, eran las 11 de la mañana, así que intuí que era buena hora para mi llegada.

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Comienzo a acomodar mi recámara, generalmente no tiendo a hacer estas cosas pero hoy me siento feliz, mientras comienzo a recoger unas cosas que están bajo mi cama es que encuentro un botecito que hacía tiempo yo había dejado ahí, una carcajada sale de mi garganta al recordar que era, no puedo creer a la fecha lo paranoico que puede llegar a ser una persona, pero en este mundo por como están las cosas es mejor prevenir que lamentar, aunque ahora soy conciente que el que no arriesga no gana, y ahora estoy convencido que gane y mucho; tiro el botecito al cesto de basura mientras otra carcajada sale de mi, en verdad creí que en algún momento lo iba a utilizar…

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No había dormido en toda la mentada noche, estuve prácticamente todo el día del Viernes pensando en una manera de defenderme en caso de que mi vecino fuera a querer hacerme algún daño, estaba claro que al único lugar en el cual lo dejaría estar era en mi recámara, capaz que era un psicópata que quería dejar regada por toda mi casa cosas malas para destruirnos y tenía que defender a mi familia ante cualquier cosa; tenía mi recámara acomodada de tal forma que pudiera utilizar lo primero que estuviese a la mano como arma por si se ponía bélico ese chico.

Lo único que me faltaba esconder era un botecito con polvos pica pica por si era necesario dejarlo fuera de combate mientras salía corriendo por ayuda, pensé en ponerlo a un lado de mi computadora que era lo primero que salvaría de mi recámara, pero luego medite un poco y era posible que lo descubriera y luego eso sería utilizado en mi contra, así que mejor ponerlo en algún otro lado.

Escuche como el timbre sonaba y eso me espantó por lo concentrado que me encontraba en ese momento, mis padres junto con mi hermano habían salido desde temprano a visitar a una tía, así que me encontraba solo en casa, por las prisas de no saber donde poner el botecito, se me ocurrió ponerlo debajo de la cama ya que si me tumbaba al piso por algún ataque era más fácil sacarlo de ahí. Salí de mi habitación con dirección a la puerta y una vez que estuve delante de ella aspiré profundamente, tal vez este iba a ser mi fin, pero al menos quedaría el hecho de que traté de ser un chico valiente; sin perder más el tiempo por fin abrí la puerta viendo que mi dolor de cabeza en los último días había al fin llegado.

- Hola JunSu…
- Ho… hola… pasa… - dije suplicando en las alturas que no me fuera a pasar nada con este chico en la casa
- Bonito lugar, bastante… acogedor… - mi mente trabajaba a mil por hora, ¿era mi imaginación o eso último que había dicho fue con doble sentido?, sacudí un poco mi cabeza para tratar de disipar esas ideas
- Gracias… este… ¿qué te parece si vamos a mi recámara?... ¿ese era el lugar que tanta curiosidad tenías por conocer no?
- De acuerdo, será a donde tú quieras…

Mientras lo guiaba hasta mi habitación sentía como su mirada no se despegaba de mí, estaba muy nervioso, nunca había tenido ninguna interacción con nadie que no fuera de mi familia y ahora de buenas a primeras estaba con un chico en mi casa la cual estaba completamente sola, trate de quitar de mi cabeza ideas malas y tratar de que esto se acabara pronto, pero por cualquier cosa permanecería alerta.

Por fin llegamos y lo hice pasar, una vez adentro comenzó a inspeccionar todo minuciosamente, yo me quede de pie junto a la puerta viendo todo lo que hacía, aunque seguía temeroso algo me decía que estuviera tranquilo; agarro la silla de mi escritorio y se sentó en ella mientras me observaba.

- ¿Piensas quedarte ahí parado todo el tiempo?... – salí de mi estupor al escuchar su voz, por lo cual cerré la puerta y me acerque a mi cama sentándome en ella - …tu recámara es agradable, aunque no se es… extraña
- ¿Extraña?... ¿a que te refieres?
- Si, tienes cosas muy extrañas… pero me agradan… - no dije nada, solo sentí como me comenzaba a sonrojar, nunca nadie se había referido a mis cosas de esa manera, y aunque había dicho que eran extrañas, al menos era un comentario positivo, sonreí inconcientemente por eso - …y dime JunSu ¿qué te gusta hacer?, nunca te veo en la calle y si no es porque te descubrí espiándome ni en cuenta de tu existencia
- Pues… no me gusta salir mucho por eso me la paso aquí en mi casa y mas en mi recámara, aquí están todas las cosas que me gustan
- ¿Te gusta jugar con muñecos? – su pregunta me descolocó, ¿por qué decía eso?, en eso vi como señalaba unos cuantos de mis figuras de acción que tenía en una repisa, ahora entendía a que se refería
- Son de colección, no juego con ellos, me gusta coleccionarlos
- ¿Y no es eso algo muy infantil?
- No… - contesté un con el seño fruncido - …tener un hobbie sea del tipo que sea no es infantil… mucha gente colecciona cosas, desde corcho latas, monedas hasta autos si tienen la posibilidad, así que no le veo nada de infantil… – vi como una sonrisa aparecía en su rostro mientras se cruzaba de brazos y me miraba - …por cierto, me debes aún el muñeco que me rompiste, así que a ver como le haces… pero me lo consigues
- De acuerdo, fue sin querer, yo te lo repondré… y sobre lo otro, solo era una pregunta no tienes porque enojarte… se ve que tienes carácter y eso me agrada… - nos quedamos mirando sin decir una sola palabra hasta que el volteó a ver hacía la ventana y comenzó de nuevo a hablar - …yo también colecciono algo…
- ¿En serio?
- Si, me gustan mucho los poemas, cuando puedo compro libros sobre ellos y sino los trato de conseguir aparte, tengo carpetas en un librero en mi recámara con varios poemas de diferentes lugares… ellos me inspiran para componer la música que toco en mi piano…
- Tu música es muy hermosa…
- Gracias… – dijo volteándome a ver mientras me sonreía a lo cual yo le correspondí de la misma forma
- Oye… ¿en serio no te enojaste por que te estuviera espiando?... en verdad lo siento, pero me gustaba verte tocar…
- Al principio si me sentí algo molesto, saber que te espían no es nada agradable, pero cuando supe que se trataba de ti y te vi, no se porque mi enojo cambió… más bien me dio curiosidad…
- ¿Por eso quisiste venir?
- Si… es bastante extraño, yo no soy de esa forma sin embargo al verte algo me dijo que necesitaba conocerte, por eso de mi insistencia… - cuando dijo esto me puse muy nervioso por lo tanto decidí cambiar el tema
- ¿Te gustan los video juegos?
- No soy muy afecto, pero uno que otro si me agrada…

Puse mi consola y nos pusimos a jugar, dude un poco en hacer eso ya que todo mundo me decía que era un obsesionado, pero al estar jugando lo vi bastante contento y eso me puso feliz, nunca se le vio cara de fastidio sino todo lo contrario, mientras hacíamos eso él me platicaba sobre su familia y yo sobre la mía, nos fuimos conociendo poco a poco hasta que nos dio hambre, no tenía idea que podía ofrecerle de comer ya que no contaba que estuviera hasta esa hora.

- Emm… ¿qué quieres comer?... puedo preparar algo, aunque no soy bueno… de hecho nunca he cocinado… pero algo encontraremos…
- No te preocupes, pidamos una pizza y así nos evitamos de problemas… solo que yo elijo cual… - acepte ya que era lo mas indicado, el problema era que no me gustaban muchos tipos de pizza, aunque no pareciera era un poco especial para la comida; me pidió el teléfono y marco a la pizzería mientras yo solo lo observaba - …si buenas tardes… me podría traer una pizza grande de queso… no… solamente de queso… claro la dirección es… - por un momento me quede ido viéndolo, había pedido exactamente la que era mi favorita ¿acaso me había investigado?, salí de mi estupor cuando colgó - …listo, en media hora estará aquí
- ¿Cómo sabias que la de queso es mi favorita?
- No lo sabía… esa es mi pizza favorita también… vaya al parecer tenemos muchas cosas en común JunSu
- Si, eso parece – sonreí un poco apenado, aunque no lo quisiera admitir me sentía muy contento de haber conocido a alguien que al menos no me cuestionaba por mis cosas y hasta en cierta forma, me comprendía

Cuando llegó la pizza nos subimos a mi recámara de nuevo para comerla ahí mientras seguíamos platicando, me enteré que casi no tenía amigos por no decir ninguno, pero que el era feliz así como estaba; pude darme cuenta que su carácter era muy volátil y que poseía de bastante arrogancia, pero conmigo nunca lo demostró del todo.

Sin darnos cuenta las horas siguieron pasando entre conversaciones y uno que otro juego y alrededor de las ocho de la noche YooChun dijo que ya se tenía que ir, irónico o no, realmente no deseaba que eso pasara, apenas unas horas antes era lo que más quería pero ahora era todo lo contrario.

- Pues muchas gracias JunSu… en verdad la pasé muy bien
- Yo también… tengo que admitir que al principio dudaba demasiado en dejarte venir, pero ahora se que fue lo mejor
- ¿Eso quiere decir que ahora podemos ser amigos?
- Si… ahora seremos amigos – extendí mi mano y el la tomó al momento sellando así lo que parecía ser una muy buena amistad

Salió de la casa pero antes de irse intercambiamos números telefónicos, aunque vivíamos uno al lado del otro pues nunca estaba de más tener ese dato; dijimos que luego quedaríamos de acuerdo para volver a vernos y que en esa ocasión ahora yo iría a su casa; por fin se fue y yo cerré la puerta con una enorme sonrisa en mi rostro, nunca creí que la pasara tan bien, sin duda no todas las personas son iguales.



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La desesperación me estaba invadiendo, esta chica era una molestia total, no se como se enteró que yo tocaba el piano y me insistió todo el tiempo en que le mostrara, obviamente yo desistí en hacerlo pero era mas molesto tener que estar escuchando sus ruegos que el simple hecho de cumplir con su capricho todo con tal de que se callara de una buena vez, así que la llevé a mi habitación donde tenía el piano y al verlo se emocionó mucho, debía admitir que estaba bastante bien, pero de un tiempo para acá ya no me importaba eso; reí un poco al recordar una ocasión en la cual JunSu vino a mi casa y estábamos en mi recámara y tocamos el tema de las chicas, ahí fue la vez que me di cuenta de lo que realmente sentía…

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Entró a mi recámara y su curiosidad volvió a salir al 100%, observaba todo como si fuera un niño pequeño, yo no tenía tantas cosas como él, podríamos decir que mi habitación era más reservada y no tan acorde con mi edad, pero así era yo, sin embargo a él parecía que le encantaba.

- YooChun, este lugar esta muy ordenado, pareces un viejito jajaja
- Bueno, el hecho de que tu recámara parezca la de un niño de cinco años no hace que la mía sea de un viejo de 60
- Uy que genio, si pareces viejito de 60 jajaja
- Vas a ver enano de pacotilla… - corrí tras de él por toda la habitación hasta que le di alcance y comencé a hacerle cosquillas, su risa era muy contagiosa y a mi me ponía feliz el hecho de escucharla; cuando pidió tregua deje de molestarlo y se acercó a una repisa que tenía con varias fotografías de mi familia, las examinó minuciosamente hasta que llegó a una la cual la tomó y la observó muy detenidamente
- YooChun, ¿quién es esta chica? – me acerqué un poco a él y me di cuenta de cual estaba viendo, por instinto la tomé y la guarde en un cajón, no sabía porque la tenía puesta en la repisa
- No es nadie importante JunSu…
- Pues te ves muy feliz con ella en esa foto… ¿es tu novia?
- Fue… cuando vivía en América ella era mi novia… pero eso ya es del pasado
- ¿Tuviste que dejarla cuando te viniste para acá?
- No, ya habíamos terminado desde antes, ella me engaño con otro y yo la descubrí… por eso terminamos… ¿recuerdas que te había dicho que mi forma de ser había sido de un tiempo a la fecha?... – vi como asintió - …pues desde ese momento es que soy así, no me interesa estar cerca de nadie, hechos como esos me demostraron que la gente no te valora y que todo mundo solo busca utilizar a la otra sin importarle los sentimientos; bien pues si la gente es así, ¿yo porque no tenía que serlo?
- ¿A… a que te refieres?
- Después de eso muchas personas se me acercaban pero yo no confiaba en nadie, así que solo las utilizaba… muchos chicos querían ser mis amigos pero yo no les prestaba importancia y al cabo de un tiempo me olvidaba de ellos; y varias chicas se me ofrecían, así que solo las utilizaba para el rato y luego las botaba… - dije muy sinceramente, era la primera vez que lo exteriorizaba a alguien y definitivamente me sentí muy relajado al hacerlo, pero luego sentí que había sido un error, ya que la cara de JunSu era de total tristeza
- En… entonces ¿yo también soy tu amigo solo por un rato? – mi corazón se oprimió al escuchar esas palabras, al parecer si había sido un error el haberme sincerado con él, ahora me malinterpretaba y eso era lo que menos quería; me acerqué a él y por impulso lo abracé
- Claro que no JunSu… tu me has demostrado en poco tiempo que eres diferente, yo creía que todo mundo era igual pero ahora veo que no es cierto, solo había tenido mala suerte con las personas, pero esa racha terminó hasta el momento en que te conocí… ahora si se lo que es tener un buen amigo – al terminar de decir eso, sentí como él también me abrazaba mientras hundía su rostro en mi cuello causándome un escalofrió por demás placentero, me ofusque un momento sin embargo no quería perder ese contacto, no entendía bien el motivo de lo que sentía pero no me iba a poner a analizarlo en ese momento; poco a poco se fue apartando de mi cuerpo y lamenté eso pero me regaló una sonrisa que me hizo sentir bien
- Yo también agradezco el haberte conocido Chunnie…
- ¿Chunnie?
- Jejeje si, de hecho eso te iba a preguntar, ¿te puedo llamar así?
- Claro JunSu, puedes llamarme como tú quieras… mientras no sea algo feo y despectivo porque ahí si no lo permitiré jejeje…
- Jajajaja no te preocupes, solo te llamaré Chunnie… - su sonrisa era la más hermosa que había visto nunca y con solo verlo sentía que no había preocupaciones de nada ¿por qué me estaba sintiendo así?; en eso se me vino a la cabeza una pregunta que se me hizo de suma importancia saber
- Oye JunSu, ¿a ti no te gusta nadie?
- ¿A mi?... bueno tu sabes que no tengo amigas, por ende no he tenido novia nunca, pero si hubo una chica que me gustaba en el colegio, pero ya sabes, era de esas que decían que yo era un tonto y aburrido traumado, me dolió mucho una vez que le llevé una flor y ni siquiera la agarró, solo me dio la espalda y me dijo que me alejara de ella lo más que pudiera… - su sonrisa desapareció al decirme todo eso mientras bajaba su rostro para mirar el piso, yo sentí un coraje inmenso y unas ganas de ir a romperle la cara a esa estúpida que se había atrevido a tratar así a mi JunSu… ¿mi JunSu?; quedé en shock por un momento, ¿por qué había dicho eso?, no me dio tiempo ni de pensarlo ya que unos leves sollozos me sacaron de mis pensamientos, levanté el rostro de JunSu del mentón y pude ver sus ojos rojos a punto de soltar lágrimas, mi coraje creció más pero sin duda no podía hacer nada al respecto, solo darle mi apoyo
- No te pongas triste, ella es una idiota que no supo valorar lo que sentías, pero ya habrá alguien que te ame con todo su corazón y veras que serás la persona más feliz del mundo… recuerda bien mis palabras…
- Gracias Chunnie… no se que haría sin ti… - de nueva cuenta me abrazó soltando las lágrimas que había intentado no derramar, yo solamente me limité a acariciar sus cabellos mientras mi mente estaba en blanco, solo quería sentirlo cerca de mi y que supiera que yo estaba para él; después de unos minutos se separó de mi ya mas tranquilo, se talló los ojos y me regaló una sonrisa mientras volteaba un poco el rostro algo apenado, de seguro por la escena acabada de vivir; miró hacía mi piano y se acercó a el sentándose en el banquillo, en eso me miró - …¿sería mucha molestia si… tocaras algo para mi?
- Claro que no, no es ninguna molestia… – me acerque y me senté a su lado, subí la tapa que cubrían las teclas y coloqué mis manos en posición, no podía tocar cualquier cosa, sentía que tenía que ser algo especial por lo cual lo voltee a ver - …¿qué te gustaría que tocara?
- No se… algo que te gustaría tocar ahorita – en eso a mi mente llego una melodía que tenía unos días que había escrito, no sabía en realidad la procedencia de mi inspiración, solo sabía que tenía que tocarla en ese momento que él estaba a mi lado
- Esta canción la escribí hace unos días, nunca la he tocado del todo, de hecho la hice en el colegio, a veces me mero al salón de música y ahí me estoy por horas pero creo que sería buen momento para saber que tal quedo…
- Excelente… ¿cómo se llama? – no había pensado siquiera en eso, voltee a ver a JunSu y traté de repasar en mi mente la melodía mientras me perdía en su mirada, sin saber el porque un título apareció en mi mente el cual repetí como si lo estuviera leyendo
- “I Just Called to Say I Love You”… Escuchar la melodia

JunSu me regaló una sonrisa, la más hermosa que jamás hubiera visto y ahí es donde me di cuenta de lo que realmente me pasaba, me había enamorado, y de la persona más maravillosa de todo el mundo; me gire a ver las teclas de mi instrumento y comencé a tocar con todo mi corazón, podía sentir como con cada nota transmitía todo lo que realmente sentía, ahora comprendía el porque había creado esa canción, era cuando pensaba en JunSu, esa canción comenzó a formarse en mi cabeza desde el momento que pude conocerlo bien, cuando me dio la oportunidad de entrar en su vida; eso que comenzó como pura curiosidad poco a poco se fue convirtiendo en cariño para más tarde volverse en amor, el más sincero y puro que jamás creí poder sentir.

Podía sentir la mirada de él sobre mi rostro, no sabía exactamente que expresión tenía, pero quería que se diera cuenta con esto de todo lo que mi ser quería decirle y del cual ni yo mismo me había dando cuenta hasta este momento, por fin las notas finales salieron y cerré los ojos un momento antes de girar a verlo; ni tiempo me dio de hacer eso ya que sentí como JunSu se apegaba a mi brazo mientras recargaba su cabeza en mi hombro, yo recargue mi cabeza sobre la suya y así nos quedamos un rato mientras podía oler su aroma, ese del cual no había reparado antes, pero que sin duda me llenaba cada vez que lo tenía cerca.

- Fue muy hermosa Chunnie… - dijo por fin rompiendo el silencio
- ¿De verdad te gusto?
- Mucho… me dio mucha paz y sentí algo bonito en mi estómago… me emocionó mucho…
- JunSu… quiero que esta canción sea tuya…
- ¿Mía? ¿cómo que mía?
- Si… yo de por si nunca le enseño a nadie mis canciones, pero a veces en cosas del colegio lo tengo que hacer, esta canción solo quiero que sea tuya, de nadie más, ¿si la quieres?
- ¡¡Claro que siiii!!! Chunnie me haces muy feliz, muchas gracias, eres el mejor amigo que nadie puede tener – dijo todo eufórico mientras me abrazaba y me daba un beso en la mejilla, la sensación al sentir sus labios sobre mi piel fue indescriptible, se sentía como si te elevaras por los cielos mientras un cosquilleo se formaba en el estómago; yo sonreí y me di cuenta que él no sentía lo mismo que yo, pero poco a poco trataría de que se diera cuenta de mis sentimientos esperando que con esto no se fuera a alejar de mi.

El tiempo fue pasando y realmente nos hicimos los mejores amigos, casi todo el tiempo yo estaba en su casa o él en la mía, nuestras madres estaban muy contentas por ese motivo pero lo más importante es que yo ya había encontrado mi razón por el cual ver que la vida no es tan miserable como yo lo creía.

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Esta ya todo listo, ahora solo es cuestión de esperar a que Chunnie me hable para ver si va a venir a mi casa o yo voy a la suya, me había dicho ayer por la noche que me tenía que decir algo importante, la verdad es que estaba un poco nervioso por eso, no se cual era el misterio a esperar hasta el día de hoy pero por alguna razón tenía que ser; reviso mi reloj y veo que son las tres de la tarde, aproximadamente esta es la hora en la que Chunnie llega a su casa y como hoy es Viernes no le veo el motivo por el cual vernos más tarde, la verdad que moría por saber que me iba a contar.

Me acerco a mi escritorio y vuelvo a ver las hojas que imprimí, me llevó una semana recopilar todos esos poemas que Chunnie quería y no había conseguido, pero ahora yo lo había hecho por él, por fin podría tenerlos y así escribiría mucha mas de esa hermosa música que el hace y con la cual yo quedo fascinado cada vez que lo escucho.

Volteo hacia el buró que esta a un lado de mi cama y veo la fotografía que esta sobre el, me acerco y la tomo entre mis manos observándola fijamente, comienzo a acariciar la superficie de la misma, en específico donde sale Chunnie a un lado mío, esta fotografía nos la tomamos un día en el cual habíamos ido a un parque ya que no sabíamos que hacer en ninguna de las dos casas y estábamos muy aburridos; al otro día llegó y me la regaló diciendo que era la primera evidencia de nuestra amistad, desde ese día no dejo de ver esa fotografía a cada rato.

Colocó la foto en su lugar mientras la sigo observando, estos últimos días me he sentido muy extraño, ya no estoy tanto en la computadora como antes y aunque no se el motivo tengo una cierta ansiedad por algo, de hecho esta se intensifica cuando Chunnie esta conmigo, pero no hayo que pueda ser lo que causa esto, posiblemente se deba a la falta de costumbre de convivir con alguna persona aunque ya han pasado varios meses desde que él y yo somos amigos.

Sacudo un poco mi cabeza para tratar de disipar esas ideas y me dirijo a la puerta para ir por el teléfono y marcarle a Chunnie para ver a que hora nos veremos, estoy por salir pero una música me detiene, volteo y veo hacía la ventana, ese es YooChun tocando en el piano; aunque tenía mucho tiempo que no lo hacía puesto que no había necesidad, agarro mi telescopio y lo acerco a la ventana observando a mi amigo detenidamente, sonrío al recordar que gracias a esto es que el y yo pudimos conocernos, pero mi sonrisa se borra al instante al ver algo que me dejo congelado; YooChun estaba en su recámara con una chica, la cual estaba detrás de él acariciando su espalda mientras el tocaba MI canción, esa canción que él me había regalado hace apenas unas semanas atrás y de la cual había prometido que solo la tocaría para mi.

Me separe del telescopio y me fui a sentar sobre la cama mientras me tapaba los oídos, ya no quería seguir escuchando esa farsa, porque ahora esa canción es lo que era; él había prometido que esa canción solamente era mía y ahora se la tocaba a una chica mientras ella repartía caricias en su cuerpo; lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, no sabía porque pasaba eso, pero algo en mi pecho se oprimía de manera terrible, sentía como si me faltara el aire y en cualquier momento me fuera a desvanecer; al mismo tiempo sentía como una ira terrible iba en aumento dentro de mi ser, quería ir en ese momento a la casa de YooChun y correr a esa golfa a patadas, no tenía ningún derecho a estar cerca de él, él solamente era mío y de nadie más.

Inconcientemente comencé a temblar un poco, me sentía muy nervioso, temeroso, millones de sensaciones se aglomeraban dentro de mi y eso no me gustaba; la música se seguía escuchando y yo deseaba arrancarme las orejas para no escucharla más; me fui recostando en mi cama mientras las lágrimas no dejaban de salir una tras de otra, estaba un poco asustado puesto que no entendía del porque estaba así, si mi amigo había llevado a su casa a una chica y tocaba el piano para ella, pues yo debería de sentirme feliz de que tratara de conquistarla de esa forma, que pudiera tener una novia que la hiciera poder olvidar esa etapa de su vida que lo marco tanto, pero sin embargo, ese pensamiento me aterraba, no quería perder a mi amigo, no quería que alguien más se llevara su atención, no quería que viera a nadie mas, él solamente tenía que estar conmigo, solo conmigo.

- ¿JunSu?... – escuché como JunHo me hablaba, en eso sentí como se acercó a la cama y me abrazaba - …¿qué pasa hermano?
- JunHo… - lo abracé, tenía años de no hacerlo pero en ese momento necesitaba de alguien y quien mejor que de mi hermano para eso
- ¿Por qué estas así enano?...
- No… no lo sé
- ¿Cómo no vas a saberlo?, nadie llora así porque si, al menos alguna razón tienes que tener…
- Es por YooChun
- ¿Le paso algo a tu amigo?
- ¿Escuchas esa música?... – JunHo asintió - …ahora ve por el telescopio y dime que ves… - mi hermano se levantó e hizo lo que le había dicho, luego se separó de el y me volteo a ver
- Pues… esta él tocando el piano
- ¿Qué no ves con quien esta?
- Si, con una chica… pero sigo sin entender JunSu…
- Esa canción que esta tocando él me la regalo a mi, dijo que solamente sería mía y ahora se la esta tocando a esa vieja…
- ¿Y por eso estas así?... – yo solamente asentí levemente mientras hundía mi rostro en la almohada, después de un rato sentí como un lado de la cama se hundía bajo un peso y como unos brazos me aprisionaban cariñosamente - …JunSu, ¿esto lo has hablado con el?
- ¿Como lo voy a hablar con él si me acabo de dar cuenta? No me había dicho nada de que quería tener una novia o ve a saber si ya es su novia…
- ¿Y te molesta el hecho de que él tenga una novia?
- Si… - contesté sinceramente
- ¿Por qué?
- No lo se… tal vez porque ya no me prestará la misma atención que antes al dedicarle más tiempo a ella
- Tal vez solo es una amiga
- Él no tiene amigas, si la llevó a su casa y más aún le esta tocando en el piano es por algo… - nos quedamos en silencio un momento mientras mi cuerpo seguía temblando ligeramente, después de un rato por fin habló
- JunSu, dime exactamente ¿que sientes?
- Algo me oprime en el pecho, tengo mucho coraje y siento como una ansiedad, quiero agarrar a golpes a esa zorra y me siento por demás triste, esa era mi canción JunHo… era mi canción… - me giré y me abracé a mi hermano
- Ay JunSu… creo que te pego fuerte
- ¿Qué me pego fuerte?... no entiendo
- Solo quiero decirte que cuentas conmigo hermano, pase lo que pase siempre estaré de tu lado…
- Gracias JunHo… - lo abracé más fuerte, luego alce mi rostro y lo miré con una pequeña sonrisa, aunque era triste - …¿tu me ayudarías a golpear a esa zorra?
- Estas loco enano… - se separó de mi y se levantó para dirigirse a la puerta - …tengo que salir JunSu, mis papas salieron desde temprano, ¿no importa si te quedas solo por un rato?
- No, siempre he estado solo… - me gire para no seguir dándole lástima a mi hermano - …y parece que siempre seguiré estando solo – susurré para mi mismo

Escuché como la puerta era cerrada y como la música había cesado mi tristeza me invadió una vez más, este era mi destino, siempre estaría solo, nunca iba a poder tener algo solo para mí, pero si así me tocaba vivir, ¿qué podía yo hacer?

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No se porque estoy haciendo esto, me siento un traicionero pero mi mente solo puede pensar en él; en el momento que mi compañera quiso que tocara el piano decidí hacerlo a estar aguantándola, me senté en el banquillo dispuesto a tocar lo primero que se me ocurriera, hasta la de los changuitos si era necesario, no tenía ánimos de tocar nada, mi mente estaba en otro lado, en otra casa; de pronto sentí unas manos que masajeaban mis hombros mientras me decían “toca para mí” me giré un poco y claramente vi a JunSu a mis espaldas, cerré mis ojos y comencé a tocar su canción, esa que solamente era para él, esa que nos unía a los dos, uno como creador y otro como fuente de inspiración.

Mientras iba tocando la melodía podía sentir como sus manos iban recorriendo toda mi espalda, dando leves apretones que me estaban volviendo loco, trataba de no desconcentrarme en lo que hacía, pero casi era imposible, sin embargo pude resistir y seguí demostrando una vez más por medio de la canción lo que sentía, lo que le quería decir, en ese momento mi mundo solamente era él, en mi mente no aparecía nada más que no fuera su voz, su rostro, su cuerpo, ese que moría por probar.

Ese momento lo sentía mágico y no quería que terminara nunca, el estar todo el día recordando como fue que llegó a mi vida me estaba haciendo llegar a mi límite, tenía que decírselo con palabras, ya no bastaban las indirectas; creo que repetí la melodía como unas tres veces cuando decidí darlo por terminado, al momento de tocar la última nota sentí como me agarraban del rostro y unos labios se unían a los míos, yo mantenía mis ojos aún cerrados pero sabía que se trataba de él, comencé a corresponder a ese beso; después sus labios fueron bajando hasta mi cuello besándolo apasionadamente.

- ¡¡Te amo!! – susurré muy quedamente
- Yo también… YooChun hazme el amor… quiero ser tu mujer…

En ese momento abrí los ojos desmesuradamente, ¿mujer? por fin mi mente regresaba a la realidad, no estaba besando a JunSu, no le había tocado su canción a él, le había dicho esas palabras de amor a mi compañera y ahora me sentía morir; me levanté precipitadamente del banquillo mientras la veía con notoria furia.

- ¿Qué pasa YooChun?
- ¡¡Lárgate!!…
- ¿Pero que estas diciendo?... si estamos a punto de hacer el amor
- En mi vida haría el amor contigo golfa…
- Oye… ¿qué te pasa?... si me acabas de decir que me amabas…
- Jamás podría decir que te amo a ti, para tu suerte estaba pensando en la persona que realmente amo, pero gracias a tu odiosa y fastidiosa voz pude salir del mutismo en el que estaba… así que por favor, vete por las buenas YooNa
- No me iré a ningún lado…
- Tú lo quisiste…

La agarré del brazo sin reparo alguno, me importaba muy poco si se trataba de una mujer, esa clase de chicas no valían la pena para nada; la llevé arrastrando hasta la puerta tratando de no escuchar sus insultos ni sus palabrerías, agarré el picaporte y abrí la puerta echándola literalmente de la casa, estaba por reclamarme algo pero le cerré la puerta en las narices; caminé hasta la sala y me senté un momento echando mi cabeza hacia atrás, no podía creer hasta que punto mi mente me jugaba tretas que me podían haber costado muy caro, en eso escucho como el teléfono comienza a sonar por lo que me levantó y lo contesto.

- Diga…
- YooChun… soy JunHo el hermano de JunSu… - mi cuerpo se tensó, nunca me había hablado por teléfono y creí lo peor
- ¿Le paso algo?... ¿JunSu esta bien?
- No pasó nada, al menos no en el sentido que crees
- ¿A que te refieres?
- Necesitas venir a hablar con él, esta muy decaído y tú eres el único que puedes ayudarlo…
- ¿Qué paso?
- Solo tú podrás saber que ocurre ya que ni él mismo lo sabe, o al menos no se a dado cuenta
- No entiendo…
- YooChun… ¿qué sientes por mi hermano? – su pregunta me descolocó totalmente, ¿acaso el sabía algo?
- Yo… lo quiero mucho…
- ¿Al grado de hacerlo feliz por siempre? – sin duda él sabía algo, no se de que forma se dio cuenta, pero ya no tenía caso seguir ocultando algo que ni yo mismo quería que se ocultara
- Más que eso…
- Bien, entonces creo que no estaba en ningún error… saldré en este momento a hacer unas cosas que necesito, dejaré la puerta de la entrada abierta, sube a su recámara y por favor… se sincero con él, está confundido pero se que tu lo ayudarás a que se de cuenta de la realidad… nos vemos

Sin más colgó, yo regresé el teléfono a su lugar mientras mi cabeza no asimilaba varias cosas, no sabía realmente que pasaba en ese momento, solo tenía en la cabeza el hecho de que MI JunSu estaba mal y me necesitaba; agarré las llaves de mi casa y me dispuse a salir, cuando lo hacía vi como JunHo salía de la suya y antes de que se alejara me miró regalándome una sonrisa la cual yo respondí de la misma forma, me acerque a la puerta de la casa vecina y sin esperar más tiempo entré dispuesto a ver que le sucedía a mi razón de ser.

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Traté de dormir pero me fue imposible, no era justo que la vida me tratara de esta forma, ¿por qué me premiaba dándome a la única persona que me comprendía y de buenas a primeras me la volvía a quitar?; no quería saber nada de nadie, ya no me importaba nada, una sonrisa apareció en mi rostro, estaba siendo egoísta ya que lo más seguro es que él estuviera siendo feliz con esa chica y yo tenía que estarlo porque era mi amigo, sin embargo eso no era cierto, su felicidad con ella no me hacía feliz, me hacía sentir miserable y eso era algo que aún no comprendía.

Escucho como la puerta se abre, lo más seguro es que fuera JunHo quien venía a ver como estaba, no tuve ganas ni de voltear, mejor que creyera que estaba dormido, ahora escucho como la puerta se cierra, suelto un suspiro mientras mi ánimo sigue decayendo, ¿por qué no me había dicho nada de ella?

- ¿Por qué YooChun? – susurré
- ¿Por qué que? – me senté en la cama apresuradamente mientras me giraba, YooChun estaba parado al pie de mi cama mientras me observaba
- ¿Qué… que haces aquí?
- ¿Así me recibes ahora?... – giré mi rostro hacía un lado mientras fruncía un poco el entrecejo - …veo que estas enojado conmigo ¿puedo saber el motivo?
- ¿Hay algún motivo por el cual tenga que estar enojado contigo?
- No se, dímelo tú…
- Pues si tú conciencia esta limpia entonces no te preocupes, ahora por favor déjame solo… - me levanto de la cama y me dirijo hacía la ventana, esa que me mostró que en verdad no era mi amigo como decía, pero antes de que llegara me detuvo del brazo poniéndome delante de él, yo baje el rostro, no quería verlo a los ojos porque sabía que en ese momento comenzaría a llorar
- Carajo JunSu, ¿se puede saber que demonios te pasa?
- Ya te dije… que no es nada… - mis sollozos comenzaron a escucharse, no quería que me tocara, no quería sentirlo cerca porque más miserable me sentía yo; puso su mano en mi mentón y alzo mi rostro haciendo que mis ojos miraran los suyos, su expresión era de miedo
- Si no fuera nada esos ojitos no estarían rojos… dime por favor, ¿acaso no somos amigos?
- Eso creía…
- ¿Y porque piensas que ya no somos amigos?
- Porque me mentiste… porque no confiaste en mi…
- ¿A que te refieres?
- Dijiste… que esa canción solo iba a ser mía, sin embargo se la tocaste a ella… - pude ver como volteo hacía la ventana y divisó el telescopio, bajó su rostro un momento cerrando los ojos fuertemente, eso me dio muy mala espina; luego levantó de nuevo la vista enfocándola en mis ojos
- No es lo que tu crees… todo tiene una explicación…
- ¿Por qué lo hiciste YooChun?
- Ella es una compañera del colegio, íbamos a hacer un trabajo juntos pero insistió en que tocara el piano, cuando estaba delante de él, lo único que tenía en la mente era… tu canción… te juro que me olvide por completo que ella estaba ahí, solo quería interpretarla una vez más, pero jamás pensé en ella… luego cuando nos besamos yo estaba seguro que era…
- ¿Se… se besaron? – lo interrumpí, mis manos estaban en puño apretándose muy fuerte a los lados de mi cuerpo, podía sentir claramente como mi labio inferior comenzaba a temblar levemente mientras mis ojos se iban empañando
- S…Si… pero no porque yo quisiera
- ¡¡Suéltame!!... – lo empuje, no quería tenerlo cerca ¿por que me estaba sintiendo así? ¿por qué? - …no se que haces aquí, deberías irte con tu novia que de seguro te esta esperando… a mi déjame solo… total, solo somos amigos desde hace poco, creo que ella te entenderá más que yo
- ¡¡No es mi novia maldita sea!!... fue un estúpido error…
- ¡¡Error fue el haberte creído que serías mi amigo!!… pero ya no te preocupes, ve con ella y se feliz…
- JunSu escúchame… - me sujetó de nueva cuenta, traté de zafarme pero me era muy difícil, no tenía fuerzas por tal motivo deje de forcejear - …ella me beso, yo le respondí en ese momento porque creí que era otra persona… – al escuchar eso voltee a verlo, ¿así que había otra persona? - …mi mente me jugo chueco y me hizo imaginar a la única persona con la cual yo quiero estar por siempre…
- ¿Y me lo pensabas contar en algún momento?... creo que los amigos para eso están…
- Si, ¿recuerdas que te había dicho que necesitaba decirte algo?... – asentí levemente - …pues era eso, te pensaba decir quien es esa persona
- Y si tienes a alguien especial ¿porque te besaste con esa chica?
- Porque en mi mente solamente estaba a quien en verdad amo… y te juro que me arrepiento de haber sido un tonto…
- ¿Y mi canción?... ¿Por qué se la tocaste a ella?
- Por la misma razón, pensaba en esa persona y soñaba con estar una vez más ahí dedicándole la más hermosa de mis canciones… - ladeé un poco mi cabeza tratando de asimilar lo último dicho ¿no que esa canción era mía?
- Pero si esa canción me la dedicaste a mi… eso significa que pensabas en…
- Exactamente… no creí que te demoraras tanto en descubrirlo, creo que tanta computadora te mató algunas neuronas…

No pude asimilar nada más ya que en ese momento sus labios tocaron los míos, tenía mis ojos abiertos de par en par mientras su boca comenzaba a acariciar la mía de forma sutil, aprisionando mis labios entre los suyos, la sensación de su boca sobre la mía era deliciosa, este era mi primer beso y lo quería disfrutar por lo tanto comencé a cerrar mis ojos dejándome llevar por el momento.

Después de unos minuto o al menos así me pareció, el se alejó un poco de mi mientras abría mis ojos, su mirada era nerviosa y no despegaba la vista para nada de mi rostro, yo me sentía arder por todo el cuerpo, sus labios eran dulces y con solo un momento ya me había vuelto adicto a ellos.

- Chunnie… ¿quiere decir que tu…?
- ¡¡Te amo JunSu!!... no me preguntes como pasó porque ni yo lo se, solo estoy conciente que sin ti me muero… perdóname si no te lo había dicho antes pero quería estar totalmente seguro de todo, luego traté de darte pistas pero al parecer no las entendías… discúlpame por lo de hace rato, en serio estaba fuera de mi, nada me duele más en este mundo que verte triste y peor si se que es por mi culpa… perdóname JunSu… - mi mente trataba de asimilar lo dicho por YooChun, un montón de sentimientos comenzaron a revolucionar en mi interior como acomodándose para darme una idea clara de todo; una sonrisa se asomó de mis labios mientras tomaba con mis manos su rostro
- Ahora entiendo…
- ¿Qué… que entiendes?
- Que soy un idiota… pero soy TU idiota…
- Por…

No lo dejé terminar de hablar ya que en ese momento lo comencé a besar de forma hambrienta, solo quería sentir su boca sobre la mía sin importarme nada más, lo amaba y había sido un tonto al no darme cuenta de eso antes; pasé mis brazos alrededor de su cuello mientras el me abrazaba por la cintura, quería estar siempre así si era posible, porque ahora descubría un nuevo sentimiento y que mejor que con él para disfrutarlo.

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Nos separamos ya que la falta de aire nos lo exigía, recargué mi frente contra la suya mientras recuperábamos el oxígeno perdido, me había besado él y eso alegró mi corazón de una manera desorbitante; cuando abrí los ojos pude ver como estaba sonrojado, retire sus lentes y los coloqué a un lado, siempre me habían gustado sus ojos y más admirarlos sin esas gafas que en ocasiones ocultaban su belleza.

- Chunnie… te amo…
- Y me haces muy feliz al decirme eso… yo también te amo JunSu…

Nos volvimos a besar mientras nos íbamos acercando a la cama, cuando topamos con ella fui recostándolo lentamente pero sin separarnos un segundo, quería sentirlo cerca de mi todo el tiempo; comencé a acariciar sus brazos lo cuales me tenían preso y rendido ante sus besos, dejé por un momento su boca para dedicarme a su cuello mientras escuchaba como leves gemidos salían de ella; quería seguir avanzando pero temía que se fuera a asustar, nunca había estado con nadie y no quería echar a perder ese momento.

- JunSu… si sigo así no podré detenerme…
- No quiero que te detengas
- ¿Estas seguro?
- Chunnie… hazme el amor… hazme sentir que realmente tengo algo que es mío… que le importo en su totalidad a alguien… por favor…
- Siempre… siempre seré solamente tuyo…

Reanude de nueva cuenta mis besos sobre su cuerpo mientras mis manos iban despojando toda la ropa que encontraba a su paso, su piel era perfecta, mucho mejor que cualquiera que en el pasado pude haber probado, él pareció querer participar de igual manera ya que sentí como sus manos comenzaban a hacer lo mismo que las mías hacían.

Cuando estuvimos completamente desnudos cada uno admiro el cuerpo del otro, era sublime lo que yo tenía enfrente, añoraba este momento de una forma increíble y agradecía a quien estuviera en las alturas por permitirme vivir un momento así, por fin el saber lo que era estar con alguien a quien de verdad amas.

JunSu comenzó a besar mi pecho provocando en mi sensaciones placenteras que iban más allá de lo inimaginable, prácticamente nos dedicamos un buen rato en conocer a la perfección nuestros cuerpos y saber que parte era la indicada para hacernos perder el control; cuando nos sentimos por demás excitados me coloqué sobre JunSu mientras nos comenzamos a besar una vez más, lo comencé a preparar y notaba como lágrimas caían de sus ojos por el dolor, traté de detenerme pero él me lo impidió por lo tanto continué en mi labor.

Cuando por fin estaba listo me posicioné totalmente sobre él y comencé a entrar en su cuerpo lentamente, podía sentir como era totalmente virgen y aunque eso nunca lo dude, me llenaba de felicidad puesto que solamente era mío y de nadie más; cuando entre en su totalidad me detuve un momento para que se acostumbrara mientras nos seguíamos besando, una vez que él me lo indicó comencé a moverme en su interior, el placer era infinito, casi podía jurar que veía las estrellas y alcanzaba el cielo mismo.

El sonido de sus gemidos junto con mi nombre era el estímulo más grande que jamás había sentido, yo no me reprimí tampoco y con cada embestida iba impreso todo el amor que sentía por él, decir su nombre era como un pecado y yo estaba gustoso de ser el pecador que me condenaría eternamente al castigo de su cuerpo; el punto cumbre de ambos llegó al mismo tiempo, haciendo que soltáramos toda la pasión que nos profesábamos para después caer rendidos a un descanso que merecíamos, pero siempre uno al lado del otro.

- Muchas gracias Chunnie… fue el mejor momento de mi vida…
- Gracias a ti Su por permitirme conocerte, gracias por ser tan curioso y lo más importante… gracias por permitirme amarte…

Nos quedamos un rato abrazados disfrutándonos mutuamente, sabíamos que de ahora en adelante todo iba a cambiar para ambos, ya no nos importarían las demás personas porque ahora nos teníamos los dos.

- Oye Chunnie ¿y seguirás haciendo canciones para mí?
- Cada vez que me lo pidas…
- ¿Recuerdas los poemas que querías conseguir?... – asentí - …pues cuando te deje levantarte de la cama que creo que será dentro de un buen rato, quiero que vayas a mi computadora y abras la carpeta que esta a un lado del monitor… - me recargue sobre mi codo mientras lo miraba
- ¿No me digas que me los conseguiste?
- Mi computadora es genial, ella me da todo lo que le pido…
- ¿Entonces quieres más a tu computadora que a mí? – hizo una mueca de estarlo pensando
- Lo siento… ella lego primero…
- Tendré que hacer algo al respecto…
- Jajajaja no seas celoso Chunnie…
- Mira quien habla de celos… hace unos minutos alguien era el celoso número uno…
- No me lo recuerdes o tendré que castigarte…
- ¿Y de que forma lo harás?
- ¿En verdad quieres saberlo?

Debía admitir que su castigo fue el más delicioso que nadie pudiera tener, pero estaba seguro que de ahora en adelante me portaría mal para recibirlos cuantas veces fuera necesario.

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Después de ese día nos hicimos novios, nuestras familias lo aceptaron aunque creímos que no sería tan fácil, YooChun ha sido el mejor novio que nadie pudiera tener aunque sigue con su carácter volátil, pero ahora se muy bien como calmarlo; en alguna ocasión volví a ver a la tipa esa llamada YooNa que se había atrevido a aprovecharse de mi Chunnie, mientras él estaba con ella haciendo un trabajo, claro conmigo presente, digamos que sucedió un pequeño accidente, realmente nunca imaginé como se vería una persona al caer de una escalera y menos como era posible que por dicha acción los dientes pidieran zafarse, pero bueno, cosas que pasan en la vida; lo único que si tengo claro ahora es que la felicidad existe y yo la encontré en el momento que una música inundo mis sentidos y la experimente en el momento que superé mi timidez, porque a partir de ese momento dejé de estar SOLO…

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~~FIN~~




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- Y

5 ♥Comentarios♥ :

Unknown dijo...

Waaaaaaaaaaaaaaaa que hermoso y que tierno.... es li fic mas lindo que he podido leer....amor puro puro...el mas bello que se puede encontrar en esta tierra

De veras muchas gracias a todas las escritoras por hacer este trabajo tan genial y por satisfaser nuestras necesidades n___________n


Miraixita te ami muxo de veras... sigue vestigio n__n

Gemma Jaejoong dijo...

waa...me gusto mucho....muy lindos....aahh...mi yoochun y junsu...que tiernos...genial fick...!!!

Bueno espero siguan escreibiendo mas k estan geniales...!!!

haruhi dijo...

wowwowwow que genial fic,lo amee!!!!me encanto la parte de:en segunda,rompiste uno de mis muñecos de accion favoritos,y me lo tienes que pagar.FUE mmuyyy lindo ijiijji sigan asiii FIGHTING!!!!

Anónimo dijo...

waaa que hermoso!!! me encantó!! OMG!!!!! fue tan Kawai!!

Anónimo dijo...

Oh habia leido esto antes, no se donde, lo volvi a leer, es mega lindo!!
*O* Lo ame completamente, la forma de ser de chun y la de su! Demasiaaaaaaaados! :-S:*)
Aaaaaaaaaaw! enseriooo lo ame xD muchoooo :-D

:a   :b   :c   :d   :e   :f   :g   :h   :i   :j