26 ago 2009

Deseos Cap 1

Titulo: Deseos
Autor: Felina
Pareja o Personajes: Yoosu {Yunjae-Min/x}
Advertencias: Yaoi, Lemon (relaciones sexuales hombre x hombre) angustia, drama, etc.
Estado: Terminado



CAPÍTULO 1. LA FUENTE DE LOS ESPEJISMOS

DBSK estaba en un apropiado receso con una carga de trabajo no tan agobiante como la que tienen recién lanzan un nuevo material. Tenían presentaciones importantes por toda Asia, grabaciones de programas de tv, algunas entrevistas, tenían sesiones de fotos... bueno, todo lo normal, pero definitvamente, no era la misma carga que les espera dentro de pocos meses, cuando el single en el que se encuntran trabajando esté listo y sea momento de promocionarlo y un largo etc. de actividades.

Era bueno entonces tomarse estos tiempos como una especie de vacaciones, aprovechar los descansos que se suceden, disfrutar de verdaderas noches durmiendo. Aunque cierto chico de finos cabellos azabache tomara a consideración pasar también los días en el pacífico mundo de Morfeo.

- eh, Chunnie ah, despierta ya grandísimo dormilón... - Junsu (ahora con el cabello de un color castaño oscuro) zarandeaba a su novio intentando en vano que éste se dignara a abandonar su cómoda y calientita cama.

- déjame en paz, Su... es domingo... - cubrió su rostro con la almohada, en un vano intento por no escuchar los reclamos del castaño, que tironeaba de él con fuerza, despojándolo primero de las cobijas, después se sentó en sus caderas y comenzó a hacerle cosquillas en los costados para que al fin su novio despertara...

Micky se remolinó en la cama por las cosquillas, de sus labios saliendo sonoras carcajadas y de sus ojos algunas lágrimas producto del esfuerzo por las risas... - ok, ok, Su... ¡para ya! en seguida me levanto... - hasta el estómago le había comenzado a doler de tanto reír, trataba de recuperar el aliento tirado en la cama con los brazos extendidos... - quería dormir un poco más... -

- ha sido suficiente, son las once de la mañana, Chunnie... - Xiah lo había liberado con aquel pequeño grito que le lanzó para que lo dejara en paz, pero tenía una sonrisa de suficiencia en su boca, si alguien era capaz de sacar (y también de meter) al pelinegro de su cama, ese era él, que conocía bien los puntos débiles de su pareja.

- pero no hay nada que hacer... - argumentó el chico, estirándose para sacar la pereza de su cuerpo, bostezando largamente. Se levantó y miró a su novio... - porqué no me dejaste dormir un poquito más... - puso un puchero adorable con los labios en trompetilla poniéndole morritos de niño bueno.

- porque es tardísimo y no has comido nada, anoche apenas si cenaste algo porque corriste a la cama... - Junsu se cruzó de brazos, como si lo estuviera regañando, aunque su voz es tan tierna que nunca le funciona esa postura de enojo... - y necesitas alimentarte además de dormir, flojo.

- eres peor que Jae ahora que es la auténtica madre de ésta familia... - metió las manos bajo el pijama, rascándose perezosamente la pansa, andando fuera de la habitación.

- aún así me amas, y no hagas eso que me pones a tono y no hay nadie en casa... - le dijo con una sonrisa pícara, Micky se sonrojó... - derechito a la cocina, Jae dejó comida en el micro, caliéntela y come, después te duermes otra vez si quieres... - el delfín se dedicó en tanto a ordenar la cama que comparte con su novio. Después de que las parejas se dieran a conocer, habían decidido cambiar de departamento, al manager le habían lanzado una gran mentira acerca de la necesidad de una casa con más habitaciones... ... ese había sido el argumento principal, base de una serie de sandeces que por gracia divina el manager se había creído. Así ahora contaban con un departamento con cuatro habitaciones, una para Min, otra para Jae y Yunho, la de Junsu y Yoochun, y la última repleta de los obsequios de sus adoradas seguidoras.

......

El majestuoso hogar de los llamados 12 Grandes se levanta imponente en la montaña más alta y árida de Grecia, oculta para la vista humana, rodeada de enormes paredes rocosas que resguarda en su interior el templo mayor, El Olimpo de los Dioses de la antigua mitología greca.

Sentado en el trono, Zeús, el Dios de Dioses, Señor de la Tormenta y poseedor del poder más grande sobre la Tierra, aguarda pacientemente la llegada de su hermana Démeter, la Diosa de la Fertilidad.

- Artemisa ha estado jugando otra vez en La Fuente... - una voz dulce y suave se escuchó en aquel inmenso lugar.

- Démeter, no sueles venir al Olimpo... - el imponente hombre de largas barbas blancas y unos ojos azules penetrantes recibió con una cordial reverencia a su hermana.

- me preocupa las ideas que pueda tener tu hija, Zéus; conoces bien sus caprichos... - tomó asiento a lado de su hermano... - tu templo nunca ha dejado de ser majestuoso... - enormes pilares se alzaban sosteniendo la estructura de piedra, el piso compuesto de mármol blanco, todo el edificio estaba ataviado con figuras de oro, plata y piedras preciosas.

- ¿mi templo? no olvides que el templo es la casa de los Dioses... - aclaró, indignándose por brevedad, un trueno resonando en los cielos.

- tan mal carácter como siempre... - suspiró la diosa, hermosa mujer de esbelto cuerpo, piel blanca, ojos marrones y una larga cabellera castaña que caia a raudales por su espalda hasta el fin de su columna, no aparentaba más de 30 años. Sus movimientos y gestos eran pulcros, propios de una diosa con la virtud de la paciencia materna. Vestía un largo vestido blanco que rozaba el suelo con su vuelo, precioso atavío de seda con tejidos de flores en hilos de colores que brillan como metal.

- decías algo sobre Artemisa... - acotó el Dios mayor, haciendo caso omiso del comentario de su hermana.

- sé que ha estado entrando en los templos mayores para observar a la humanidad, me preocupa su impulsividad, su eterna juventud hace de su mente una fuente de caprichos e inmadurez...

- es por eso que se le otorgó el dominio de los bosques y los animales, ahí se divierte acompañada de sus ninfas y no se mete en demasiados problemas. Es joven e inmadura, pero se esfuerza en cumplir con sus deberes divinos...

- la Fuente de los Espejismos es su más reciente diversión, pasa horas observando algo en especifico, y por la forma en que le brilla la mirada y sonríe, creo que trama algo.

- hablaré con ella... -

- terminará por convencerte, raras veces eres capaz de negarle algo a ella o a Atena...

- ¿entonces?... - la paciencia agotándose, rayos rugiendo en los cielos.

- déjala a mi cargo un tiempo, es hora de que comience a madurar...

- de acuerdo, aunque...

- lo sé, tiene su carácter... - sin decir más nada, se despidió de Zéus con una reverencia y encaminó sus pasos hacia el templo de la Fuente de los Espejismos.

......

Artemisa, joven que aparenta unos 18 años, de hermoso rostro, cuerpo estilizado y una piel pálida como la luna, con un largo cabello ondulado que parecían finos hilos de oro y el color de los océanos en sus ojos, se encontraba de pie ante la Fuente de los Espejismos, un estante circular de agua mágica en el que se refleja el mundo, obediente a las órdenes de los 12 Grandes muestra todo aquéllo que se le pide. La Diosa de la Luna está entretenida observando aquélla particular forma de vida...

- no los entiendo... - susurró la diosa, una sonrisa traviesa curvándose en sus finos labios rojos.

......

Unos minutos más tarde ambos jóvenes, con gafas oscuras, jeans, sudadera holgada y gorra (para tratar de pasar sin ser reconocidos) comían helado sentados en una banca de un parque cerca de su departamento para disfrutar de la vista, tonos verdes de diversas intensidades y colores calidos vestían aquél lugar de recreación.

- Kohei le ha dicho a Min que le gustaría presentarle a su familia la próxima vez que vayamos a Japón... - el castaño se llevó una cucharada de helado de frutillas a la boca, saboreando esa sensación dulce que deja cuando se derrite en su interior y la frescura cuando recorre su garganta.

- en serio... tenemos conciertos el próximo mes en Tokyo... - respondió apenas consciente de ello, el pelinegro estaba más concentrado en observar a su novio qeu otra cosa, incluyendo comer su propio helado.

- deja de mirarme así, me pones nervioso... -

- es que me parece muy sexy la forma en que te relames cada que pasas el helado... - si por él fuera, le haría el amor ahí mismo. Xiah sintió la mirada cargada de deseo de su novio y se sonrojó violentamente.

- deja de pensar cosas, estamos en un lugar público, ratón pervertido... - intentó espavilarlo, sin mucho éxito...

- mis pensamientos no los puede ver nadie en éste lugar público... - retomó la tarea de comer su helado, imaginando lo divertido que sería degustar ese dulce embarrado en...

Un chorro de agua fresca lo empapó por completo. Xiah había abierto una toma de agua para mojarlo y bajarle la temperatura a su novio, aunque ahora corría muerto de la risa lejos de su alcance. En unos minutos más de carrera ambos jóvenes se encontraban dentro del departamento, besándose apasionadamente, despojándose lentamente de sus ropas...

......

- Artemisa... - la nombrada soltó un gritillo de sorpresa, siempre que Démeter la llamaba se sentía como si fuera su hija y estuviera a punto de recibir una llamada de atención... - qué observas querida...

- nada en particular... - un ligero movimiento de su mano desapareció la visión, dejando solo la vista del agua cristalina.

- a través de los siglos has encontrado en ellos más bien apatía... - Démeter se acercó a su lado, un gesto de mano volvió a mostrar lo que antes veía Artemisa... - entonces, porqué es que llevas semanas observando a éstos humanos en partícular?

En la Fuente de los Espejismos se vislumbró cómo Junsu y Yoochun entraban en la ducha, aún besándose y acariciándose con férvor. La Diosa de la Fertilidad hizo otro movimiento de mano para que la imagen despareciera, mientras esperaba por la respuesta de la Diosa de la Luna.

- no los comprendo... a ellos en partícular... no son como los demás... su amor, su forma de amar es diferente, desean lo que no pueden tener, van en contra de lo que para el resto del mundo es normal, guardan en secreto lo que más felices los hace... simplemente no los entiendo... -

- y porqué quieres comprenderlos... -

- porque así entendería la postura de Atena defendiéndolos a todos a través de los siglos... porque así entendería a la misma Afrodita, quien dice que el amor es un privilegio que solo los humanos saben valorar... porque así entendería porqué mi Padre aún conserva la existencia de esa raza... -

- para comprenderlos, no necesitas solo observarlos, necesitas acercarte a ellos, vivir entre ellos, convivir como uno de ellos... necesitas relacionarte con los humanos... - explicaba la diosa Démeter, mostrándole en la Fuente imágenes de diversas situaciones de la humanidad... - para eso necesitas entender sus sentimientos...

- no quiero convertirme en humana... - respingó Artemisa, haciendo un berrinche cual niña pequeña.

- nadie ha dicho que te conviertas en humana... - Démeter decidió que por ese día era suficiente charla con la diosa de la Luna, testaruda como su padre, renuente de relacionarse de ninguna forma con la raza humana... - volveré a mis apocentos, pasaré un tiempo en el Olimpo.

Artemisa era más una adolescente rebelde que no buscaba convertirse en adulta, no le gustaba que nadie le diera órdenes ni intentara convencerla de hacer algo que no quería. Detestaba a la humanidad, le molestaba la forma de vida de esos humanos...

- qué clase de broma es esa de llamarse Dong Bang Shin Ki, Dioses Nacientes del Este... Dioses... me molesta que los humanos siempre intenten asemejarse en algo a nosotros, cuando el único poder que parecen tener es el del caos... - volvió su atención a la Fuente, una nueva imagen vislumbrándose en ella...

........

Junsu y Yoochun estaban sentados en el sofá, viendo una película llamada "Stomp the Yard" (n/a: es una película de breakdance muy interesante, y no, tampoco tengo ningún derecho sobre ella u_u!), la habían rentado después de su refrescante ducha compartida.

- Chunnie?... - su novio lo atendió con una especie de gruñido que le indicaba que continuara, aunque el castaño presentía que estaba más que metido en la película... - has pensado en formar familia?

Efectivamente, el morocho había estado mas que entretenido con los movimientos de break de los jóvenes actores que protagonizan el film, pero esa pregunta fue más que suficiente para que su atención se volcara hacia su pareja.

- bueno... no últimamente, Su... - sinceró el pelinegro. Y tuvo un poco de temor ante la pregunta, ahora parecía encajar la actitud que tenía en ocasiones el castaño, siempre que veía niños pequeños, sobre todo recién nacidos, los ojos le brillaban de forma especial, entre nostálgica y soñadora. Se podía quedar embelesado mirando a una mujer embarazada, y siempre notaba que el chico se llevaba una mano al vientre, como si deseara poder hospedar a un bebé propio ahí. Y lo que Micky más temía, era que Junsu se fuera a aferrar a algo verdaderamente imposible (hasta donde da su capacidad mental)...

- yo... cuando me enamoré de ti y entendí que mi felicidad jamás estaría a lado de una mujer me llegué a preguntar, algún día desearé tener hijos? formar mi propia familia?... pero, yo sabía que no podría, no como el resto de las parejas heterosexuales, la ciencia y la tecnología todavía no han llegado tan lejos como para embarazar al género masculino, es más, pienso que no estamos biológicamente capacitados para hacerlo algún día... sin embargo, aunque apenas tengo 21 años, últimamente he sentido grandes deseos de poder formar una familia... no digo que ahora... - se apresuró a aclarar al notar que Yoochun palidecía... - pero, tampoco digo que piense en la adopción, ni mucho menos casarme con una mujer... - sonrisa sarcástica... - eso de madre sustituta tampoco me convence, al final el bebé tendría solo la carga genética tuya o mía... he pensado, qué tan difícil me resultará desear algo que nunca va a poder ser... me encantaría tener hijos biológicos contigo, hijos solo tuyos y míos, pero eso no es humanamente posible y no creo en magia ni milagros, digo, no para nosotros, que Dios ha de estar muy molesto siendo que vamos en contra de su legado... -

- Susu ah... - le tomó el mentón, haciendo que calle y le preste atención... - perdóname... - los ojos oscuros de Yoochun comenzaron a derramar silenciosas y gruesas lágrimas, entendía a su novio, porque él lograba sentirse como él, por más que se amaran, por más que pudieran desear un hijo propio, aquello iba a ser simplemente imposible... - Te Amo más que a nada en éste mundo, y definitivamente quiero morir a tu lado siendo un par de ancianos que caminen con bastón, pero; lamento saber que nunca podré darte ese trozo de felicidad, que no podremos ser... - su novio puso un dedo sobre sus labios, negó con la cabeza mientras sonreía con ternura.

- soy felíz así... - acortó la distancia y lo besó dulcemente, después besó el camino de las lágrimas que derramara por ambos... - quién sabe, si me llegara a embarazar puede que no me aguantaras, con la de cambios de humor que ya me cargo... - eso hizo sonreír a su novio.

- te adoraría más de lo que ya te adoro, mi delfín travieso... - le acarició las mejillas y volvió a besarlo, con la misma ternura que fuera besado antes... - no crees que te llegó un momento de reflexión en un momento un poco raro?

- oye, esa película igual tiene algo de trama, no creas que es puro baile y ya... - se defendió ya con mejor humor el castaño, ambos volviendo a atender el televisor.

- y cómo sabes, no que no la habías visto... -

- ay Chunnie, existe algo que se llama Sinópsis, sabes... -

........

La Diosa de la Luna se llevó una mano a su mejilla, ahí, resbalando tímidamente, una lágrima... - realmente no los entiendo... - el agua cristalina volvió a tomar lugar. Artemisa decidió salir de ahí, tenía demasiadas dudas, era extraño cómo, por más intentos que ha hecho a lo largo de los siglos que su inmortalidad le ha permitido existir, jamás ha comprendido a la raza humana. Aún cuando no niega que ha otorgado algunas de sus virtudes a algunos mortales a lo largo de la historia.

En sus apocentos, Démeter se apartó de la vasija de agua donde había podido observar a Artemisa, (n/a algunos dioses poseén la facultad de observar a otros con sus poderes, entre ellos solo se cuentan Zéus, Hera y la misma Démeter, según yo, claro n_n)

- si quieres comprenderlos, te daré un motivo para ello... -

Artemisa volvió a sus bosques, su astro guardián, la Luna, brillaba intensamente en el firmamento, hacía un aire frío pero era clemente con ella, apenas acariciando su piel. Había cambiado su elegante vestimenta por los ropajes de una amazona, un top de piel de lobo cubría su pecho, no llevaba mangas y dejaba al descubierto su vientre. Portaba una suerte de short de piel de oso y unas botas hasta casi las rodillas. Sus pasos ágiles y veloces se escuchaban apenas como susurros de la noche. Llevaba su arco en una mano y su vista perseguía con la exactitud de un águila a su presa. Se detuvo entre unos matorrales, tomó la flecha, acomodó su arco y apunto en el blanco exacto... pero nunca disparó, las palabras de esos mortales se repetían en su mente, la desconcertaban, le producían una sensación indescriptible.

- no logro entenderlos... - se repitió una vez más.

Sintió una energía muy familiar irrumpiendo en su bosque. Escuchaba un canto bello que daba la sensación del sílbido del viento entre las hojas de los árboles, era una melodía suave que le inspiraba...¿amor?... sus pasos la llevaron a un pequeño monte, en lo alto, la figura de Démeter desprendía una luminosa blancura, se acercó en silencio, con sigilo, no quería que interrumpiera tan grato canto por su presencia, pudo notar en el mirar de la Diosa de La Fertilidad cierta intensidad y de sus ojos emanando una especie de luz dorada que le calmaba el alma. La melodía se dejó escuchar por varios minutos más, su voz era tan suave y armónica, que al fundirse con los sonidos propios del bosque era simplemente maravilloso.

- te encomendaré una misión... - finalmente, Démeter fijó su atención en la joven.

- acerca de qué... - no sabía por qué, pero tenía el presentimiento de que aunque no estuviera de acuerdo, no sería capaz de negarse a la petición que se le hiciera, ¿la habrá hechizado acaso su canto?

- quiero que supervises personalmente el curso de un embarazo... - la diosa castaña se acercó a la rubia... - eres después de todo la Diosa de la Luna, tienes la virtud de la protección de los embarazos, no?

- ¿personalmente? significa eso que esperas que vaya a La Tierra y me mezcle con los humanos...

- sí, eso es lo que significa... - Démeter le sonrió como una madre cuando trata de transmitirle a su hijo la seguridad que necesita para hacer una proesa.

- a qué mortal tengo que cuidar... - aceptó resignada... o tal vez interesada?

- antes que eso, necesitas ir con Atena y Afrodita... -

- ¡qué! - exclamó en evidente descontento, pero la Diosa de la Fertilidad ya había desparecido en una estela de polvo dorado.

Démeter regresó a La Fuente de los Espejismos, la visión que le mostraba era tierna, DBSK dormía tranquilamente, teniendo sueños agradables.

- es bueno que Morfeo les de sus bendiciones... - en la palma de su mano apareció un pequeño bolso de terciopelo, de su interior extrajo unos polvos que brillaban con los colores del arcoiris, los dejó lentamente sobre las aguas mágicas de La Fuente... - si vuestro deseo es puro os concederé tal... - los polvos parecían adentrarse en el agua como si éste no fuera más que una cortina etérea entre dimensiones.... - Fecundare ad vita... - susurró, los polvos se impregnaron en aquella imagen siguiendo un camino específico.





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