26 ago 2009

Deseos (Cap 2)

ADVERTENCIA: Lemon

CAPITULO 2. ¿QUE YO QUÉ?

El generoso astro sol dejó libres sus rayos de luz con la puntualidad del alba. El reloj marcó las 6:00 am e inmediatamente el sonido aturdidor del despertador ocupó toda la habitación.

Yunho alargó el brazo tanteando la mesita de noche a lado de su cama, buscando adormilado el objeto molesto e inoportuno que lo había sacado de un placentero sueño. Sintió un roce agradable sobre su pecho e inmediatamente después de eso el sonido cesó, Jae se había encargado personalmente de apagarlo.

- Buenos días Yunnie… - el chico ahora llevaba su cabello de color castaño oscuro con algunos mechones claros. Le dio un suave beso a su novio, disfrutando de esa suavidad en sus labios que tanto adora.

- buenos días JaeBoo... – el moreno, con su cabello color castaño medio, lo atrajo en un abrazo obligándolo a posarse sobre su cuerpo, logrando que sonriera con timidez, no importa cuántas ocasiones haya sido suyo en la intimidad, siempre se cohíbe con sus gestos… - me encanta tu aroma… - escondió su rostro en el cuello de su novio, aspirando con deleite su blanca piel.

- estás loco, sabías… - Jae no encontraba nunca una sola palabra que describiera la actitud de su pareja para con él: romántico, caballero, apasionado, cursi; sería mejor simplemente decir, enamorado. Tenía detalles únicos, siempre haciéndolo sentir especial, aunque nunca tuviera respuesta para frases como: “tienes la voz de los mismos ángeles” “no hay ser más hermoso que el que tengo entre mis brazos” “te hago el amor todos los días, a todas horas, me basta con pensarte”

- ¡JaeBoo!... – el aludido enfocó su mirada … - te quedaste absorto… - anunció el moreno besándole despistadamente el cuello.

- lo siento, no me percaté… - lanzó un suspiro, los labios de su novio subiendo a sus mejillas hasta apoderarse de su boca, probándole lentamente… - hay que levantarnos ya… - Yunho hizo un puchero resignado, se dejó besar en la nariz, sabía que esa era la forma de su Boo de decirle “Te Amo” sin palabras.

Cerca de las 8 am se encontraban los cinco a la mesa, desayunando tan tranquilamente como Junsu y ChangMin lo permitían, con sus típicas peleas de hermanitos, chstes y bromas (no siempre buenos) que en más de una ocasión ha logrado que alguno se atore con la comida o el agua.

- ya viste, así demuestras lo mucho que lo amas… - acusaba el menor al castaño, y es que sus malos chistes hicieron que Yunho escupiera el jugo en el ratón. Jae sonreía divertido en tanto le palmeaba la espalda al moreno, amaba a su familia tal como está ahora.

- ¡no fue mi culpa!... – tomó una servilleta de tela para limpiar el rostro de su novio, aunque su ropa no tuviera mucho arreglo… - Chunnie, de verdad, no fue mi intención.

- lo sé, Susu ah, no te preocupes… - retiró las manos del castaño para pararse. Yunho ya había dejado de toser y Junsu estaba al borde del llanto, y es que la ropa que traía el pelinegro era nueva y había estado tan contento de adquirirla, que realmente se sentía culpable de que ahora estuviera toda manchada… - hey… - le tomó el mentón con una mano y con la otra le limpió un par de lágrimas rebeldes… - me encanta que seas así, me encanta que todos seamos así… - paseó su mirada por los otros tres, que sonreían por la tierna escena… - no me importa que generalmente Yunho termine escupiéndome y manche mi ropa, aunque sea nueva y de diseñador… - bromeó, su novio sonrió… - nunca dejes de ser mi delfín travieso… - le dio un suave beso, a estas alturas el castaño ya estaba más que contento. Aunque estaba muy sensible últimamente… - voy a cambiarme.

Llegaron con puntualidad a la disquera. Pasaban hasta la hora de la comida en la Sala de Grabaciones montando las canciones de su siguiente material, haciendo ajustes en sus voces y demás. Por las tardes ensayaban las coreografías correspondientes para la serie de conciertos que arrancarán en tierras niponas dentro de algunas semanas.

A decir verdad todo iba la mar de bien, a pesar de que las actividades eran prácticamente una rutina, todos los días era una aventura. Vaya! Que trabajar con tu novio y no poder hacerle mimos ni besarle a tu antojo era toda una odisea, dado el montón de gente que iba y venía cooperando en la organización de sus conciertos, y los ensayos con los bailarines (cosa que hacía muy feliz a Minnie porque así podía ver más a Kohei)… ¡que ni en el WC se tenía privacidad!

- porque será que a todos les da por venir cuando intento raptármelo aunque sea por cinco minutos… - pensaba con frustración el pelinegro, lavándose las manos mirando de soslayo a Junsu que conversaba animadamente con otros tres chicos, y es que el delfín no puede evitar involucrarse cuando el tema es Futbol.

…………

- y porqué tengo que cambiar mi apariencia… - cuestionó dramáticamente la menor de las tres diosas ahí presentes.

- ¿no escuchaste una sola palabra de todo lo que dije? – suspiró al borde de la desesperación la Diosa de la Sabiduría. No era que no fuera paciente, era que su hermana Artemisa y ella tenían una añeja rivalidad y ahora se veía obligada a “ayudarla” como prometió a Démeter haría.

- claro que te escuché, no creas que por ser la diosa de la sabiduría yo no soy inteligente… - espetó la rubia. Afrodita solo veía divertida esa riña mientras se limaba sus perfectas uñas.

- entonces, cómo es que no entiendes que debes cambiar tu apariencia, que no tienes sentido común…

- como vuelvas a insultar mi inteligencia te juro que… - y ahí estaban, una con arco y flecha apuntando directo al corazón de su hermana; y ésta, sosteniendo su báculo dorado lista para iniciar una batalla eterna (n/a no se preocupen, no habrá nada de Saint Seiya, lo tengo atravesado ¬ ¬)

- niñas, por favor… - intervino la Diosa del Amor, colocándose al medio de ambas.

- ¡no soy una niña!... – gritaron al unísono, fulminándola con la mirada, bajando las armas.

- me alegro, entonces, como las adultas que somos, llevemos la fiesta en paz, quieren, si me hacen enfadar le saldrán arrugas a mi tersa piel… - en su mano se materializó un espejo, sus dedos deslizándose con delicadeza por su rostro mientras acomodaba también algunos mechones de un color plateado luminoso, lacio, brillante y largo. Vaya! Que una de sus principales virtudes es la belleza. Posee una piel bronceada, enormes ojos verde esmeralda, labios gruesos de un tono rojizo escarlata, una silueta de proporciones exactas y una buena dosis de vanidad.

- es lo único en lo que puedes pensar… - comentó con lasitud Atena, doncella hermosa de cabello azabache (n/a no quise describirla como en el anime) con destellos azulados, ojos color miel y tez clara, figura esbelta y personalidad amable (excepto con sus eternas rivales Afrodita y Artemisa)

- eso, y el hecho de que no quiero pasar toda una vida discutiendo con ustedes. Mira, Artemisa, lo que Atena pretende que comprendas es que si te presentas tal como luces ahora nos tiras el teatrito que con tanto esmero se ha montado Démeter… - Atena rodó los ojos, Artemisa estaba de brazos cruzados y la palabra berrinche escrita en su expresión.

- lo que trato de decir… - interrumpió Atena… - es que si te vas a presentar en sus vidas debes parecer madura y profesional y con esa pinta de muchacha de 16… - <18…> … - no les vas a inspirar ni un poca de confianza.

Artemisa se sintió ofendida pero supo controlarse, porque ahora sí había comprendido toda la palabrería que le soltar antes su hermana.

- está bien… de cuántos años crees conveniente que luzca… - preguntó ya más relajada. Atena abrió los ojos con sorpresa, su hermana, poseedora de las virtudes de la caza y una personalidad un tanto salvaje ¿se dirigía a ella con tal civilidad?... - ¡hey! No tengo una eternidad para ti, sabes… - volvió a perder los estribos.

… - unos 28 estará bien.

- ahora que lo pienso, tú porqué estás aquí… - cuestionó a la peliplateado (quien hacía aparecer un closet en medio de la habitación) mientras adquiría rasgos faciales maduros y su cuerpo asumía nuevas proporciones.

- necesitas vestir apropiadamente… - varios conjuntos levitando alrededor de la rubia, quien miraba con susto la sonrisa de Afrodita.

………….

La noche aún era joven y él se sentía demasiado necesitado de saborear sus labios, sentir su piel y alcanzar la gloria apresado entre sus piernas. Junsu se cambiaba con el pijama en la habitación, Yoochun debía estar duchándose aún. Estaba tarareando una canción cuando reconoció aquellos fuertes brazos alrededor de su cintura, abrazándole por detrás.

- te he extrañado tanto… - susurró el pelinegro con voz seductora, haciéndole estremecer de pies a cabeza por esos besos que repartía desde la base de su nuca hasta su cuello, acariciándole el pecho, rozando su entrepierna.

- mmhhh… Chunnie, aahhh… nos, nos van… a escuchar… - articuló entre suspiros y jadeos, la temperatura elevándose.

- no te preocupes, yo me encargo de que no lo hagan… - giró el cuerpo de su novio para poder atacar cómodamente esa boca dulce en un ardiente beso mientras sus manos no paraban de repartir caricias por su desnuda espalda, apretándole el trasero y jugando con el elástico del pantalón del pijama, bajándolo lentamente.

Xiah tampoco se hizo de rogar, hacía días que no intimaban y lo extrañaba horrores. Así que, uniéndose al enemigo (sì, cómo no, n_n), retiró hábilmente la molesta toalla que le impedía palpar aquella zona de su anatomía, acariciando con urgencia, ambos gimiendo entre los besos, ahogándolos apenas para que no se escuchen más allá de esas cuatro paredes.

Pronto sus cuerpos desnudos se acoplaron a la perfección en un exquisito vaivén, gimiendo por lo bajo, besando aquí y allá, aferrándose con egoísmo al otro cuerpo. Las embestidas eran cada segundo más fuertes, más rápidas y profundas. Cuerpos perlados de sudor, ardiente deseo circulando por venas, acercándolos a esa deliciosa explosión de sensaciones. El conocido calor concentrado en el bajo vientre, un mutuo deseo en sus mentes, una última estocada, una última fricción, un gemido ronco que se ahogó en un beso tembloroso motivado por los espasmos del orgasmo.

En el instante en que la esencia de Yoochun ocupó con su candor el interior de Junsu, y los amantes se fundían en ese beso, una radiante luz se consumió en el vientre del castaño.

- Sarang hae, Susu ah…

- y yo a ti, Chunnie….

…………

Artemisa caminaba por los largos e imponentes pasillos del Olimpo, no dejaba de pensar en aquellos humanos, le intrigaban como nunca lo hiciera ningún otro ser sobre la Tierra. Era simplemente que no lo entendía… y le molestaba.

Le molestaba porque no lo comprendía, ella en su inmortalidad y poderes divinos se sentía sobrepasada por algo tan burdo e inconsistente, algo que solo los humanos valoran como si en verdad fuera el tesoro más preciado existente, algo… algo que solo una de su misma clase mantiene como estandarte y es su virtud divina… algo, llamado, Amor.

Como diosa, no tiene el poder neto de la fertilidad, si bien es cierto que entre sus virtudes está la protección de los embarazos. Por eso, entró a hurtadillas en los aposentos de Démeter y tomó un puñado de los polvos contenidos en aquel bolso de terciopelo, guardándolos en un diminuto frasco. Corrió sigilosa de vuelta al Templo de la Fuente de los Espejismos, observó unos segundos aquella imagen…

- solo quiero saber si es amor de verdad, solo quiero comprenderlo… - esparció los polvos que rápidamente parecieron pasar a través del agua, impregnando aquellos cuerpos… - fecundare ad vita… - proclamó e inmediatamente se marchó a sus aposentos, sin darse cuenta de que había sido observada.

- me parece que ahora tendrás dos motivos para acercarte y comprender a la humanidad… - sonriendo, Démeter se alejó de ahí.

………..

Con gracia furtiva eran repartidos besos por todo su pecho, apenas roces que sensibilizaban su piel y lo hacían suspirar de deseo. Caricias que parecían el roce de la seda con la calidez del mismo sol, incrementando su temperatura corporal lentamente en una tortura delirante que ponía su mundo de cabeza y lo hacía pedir más de esas muestras de pasión.

Las caricias sobre su erección eran realmente placenteras, alejaban de sus pensamientos la sensación de dolor ante aquella invasión primeriza en su entrada, todavía no estaba seguro del porqué había aceptado cambiar roles esta vez, es más, no recuerda exactamente en qué momento la idea de sentirse poseído por él le había incluso robado el aliento, pero tenía claro algo: eso los unía aun mas.

Jae estaba demostrando ser un amante multifacético que satisfacía absolutamente todas sus más eróticas fantasías, su imagen tierna seguía ahí, revistiendo con su mirada la pasión con la que sus caderas se embisten contra su cuerpo. Era simplemente perfecto sentirlo dentro, percibir cómo sus paredes abrazan la virilidad de su novio y la forma en que con cada estocada llega más profundo en su interior. Era la primera vez que Yunho tomaba el rol pasivo, y el placer era igual de intenso, saber que es solo su nombre el que su Boo pronuncia con aquel goce, gimiendo en su oído, lo volvía loco, lo hacía acelerar el ritmo y alcanzar el éxtasis a la par que su pareja.

- no te he hecho mucho daño, verdad, Yunnie… - su respiración aun estaba acelerada, y su rostro todavía mostraba el placer que había sentido al liberar su esencia en el interior de su novio.

- ha sido fantástico, enloquecedoramente maravilloso… - el cuerpo de su novio descansaba sobre el suyo, la temperatura de sus cuerpos descendiendo a la normalidad. Yunho enredaba sus dedos en el cabello de Jae, aun húmedo por el sudor del momento.

- gracias, por haberme concedido este deseo… - le besó la nariz, su gesto exclusivo para decirle “Te Amo” sin palabras.

- fue, literalmente, un placer… - ambos sonrieron… - Boo?

- dime…

- es mi turno… - el moreno reinició las caricias, los besos, los susurros, despertando de a poco la líbido en ambos.

…………

Algunas semanas después.

Era uno de los pasos más sencillos, pero Junsu sentía que ya no daba para más, desde que se levantara esa mañana se había sentido algo cansado y todo el día se ha sentido desmotivado para hacer nada.

- siento como si llevara 24 horas practicando sin parar… - pensó, suspiró con desgano e intentó nuevamente hacer su paso. Todo a su alrededor comenzó a dar vueltas y al instante se desvaneció dando un golpe seco contra el suelo.

- ¡Su! – Yoochun fue el primero en socorrerlo, ese era el segundo desmayo en los últimos días y ya era preocupante para todos.

- toma, acércalo a su nariz… - Jaejoong le pasó un algodón empapado en alcohol. A los pocos segundos el castaño abrió los ojos, suerte que no había nadie más por ahí en esos momentos.

- que pasó… - estaba algo aturdido, su novio le ayudó a ponerse en pie… - ¡ay, mi traserito!... – y de no ser por lo importante de la situación, todos habrían reído por su comentario.

- te desmayaste, otra vez… - informó Micky, con evidente preocupación por el estado de salud de su novio.

- solo es cansancio… -

- los desmayos no son buen signo de salud, tómate un descanso… - ordenó sutilmente el líder.

- la verdad, te voy a tomar la palabra… - se sentó en el piso, recargado en una de las paredes mientras tomaba agua. Realmente sentía que le pesaba todo el cuerpo.

- no te ofendas, pero no crees que hemos tenidos temporadas más cargadas y tú eres siempre el último en dar señales de cansancio… - el pelinegro lo miró con el ceño fruncido, por lo que Changmin apresuró la intención de su comentario, antes de que su hyung se le fuera a lanzar a los golpes… - solo digo que considerando que llevas días diciendo que te dan calambres por las mañanas, que en la tarde apenas si oliste la comida ya estabas en el baño deponiendo y te has desmayado dos veces, podrías estar enfermo de algo, deberías examinarte…

- ¡irás al médico! – afirmaron al unísono Yunho (como buen líder y appa que es) y Yoochun (como buen novio preocupado)

- pero no es nada, solo debo tomarme las cosas con un poco de calma unos días y luego estaré como nuevo… - intentó zafarse el castaño, poniendo una de sus mejores sonrisas.

- al primer mareo, náusea o calambre que presentes, te llevo al médico y no se habla más… - advirtió el ratón.

- bueno, supongo que en este caso pesa más tu palabra… - comentó divertido el moreno, viendo que como líder había sido desplazado puesto que el delfín asintió como niño bueno a las palabras del ratón.

- perdón… - se excusó apenado Micky.

- don´t worry, más o menos iba a decir lo mismo… -

Xiah ya no se movió de su sitio ni ensayó en lo que quedaba de la jornada, y visto que su appa no había dicho nada, se quedó descansando hasta que fue hora de regresar a casa.

- Yunnie, ¿no crees que estás comiendo mucho?... – señaló Jae con timidez, visto que su novio se llevaba otra barra de chocolate a la boca mientras conducía.

- ¿eh?... tengo hambre, Boo… - respondió sin mayor importancia.

- al menos ahora carga con sus propios chocolates… - pensó aliviado el menor, y es que el bolso de Minnie había sido saqueado por el líder en días anteriores, dejándolo sin sus sagrados postres.

Durante la cena las cosas estaban algo, peculiares. Yoochun mirando cada 30 segundos a Junsu por si le hacía caras raras a la comida. Changmin ignorando su plato puesto que estaba de lo más entretenido con su móvil mensajeándose vaya a saber dios qué cosas con Kohei. Jae mirando preocupado como Yunho devoraba su segundo platillo, y es que en la última semana ha mostrado un apetito feroz, comiendo prácticamente todo el día, que hasta de madrugada se despertaba.

- Yunnie, si sigues así te vas a indigestar… - le dijo suavemente, limpiando migajas de los labios de su novio con la servilleta.

- es que tengo hambre, Boo… - puso cara de cachorro abandonado, con los ojitos brillosos y la boca en trompetilla. Su novio sonrió… - ¿me das postre?... – Jae rodó los ojos, pero no pudo resistirse a esa expresión tan adorable; aunque, apenas si pusiera el pay con helado sobre la mesa, el moreno desapareció en un abrir y cerrar de ojos rumbo al baño.

- lo ves, terminó por hacerte daño… - sobaba con dulzura la espalda de su novio, esperando a que las arcadas le pasaran.

Transcurrieron dos días (y sin que las náuseas hubieran dejado a Yunho, ni los repentinos antojos compartidos con Junsu, quien milagrosamente había estado de lo más tranquilo) la visita al médico no pudo aplazarse más.

- Chunnie, no es importante, fue… fue por el olor a cigarrillo que me mareé un poco, no necesito ir al médico… - argumentaba el castaño, que por más que se negaba a caminar no lograba frenar los pasos de su novio, quien, literalmente, lo arrastraba por los pasillos de la disquera rumbo al estacionamiento, sin importarle las miradas curiosas que los seguían… a ellos y al grupo en sí, dado que detrás iban Jae, Yunho y Min.

- solo espero que no tardemos demasiado y podamos retomar el ensayo pronto… - decía Yunho con ligera molestia. Pero no había podido negarse porque muy a su pesar, Jae tenía razón, había que revisarse para descartar alguna infección o intoxicación, o lo que sea que le tiene en aquel estado. Y claro, de pilón que Lee So Man (n/a corríjanme si me he equivocado con el nombre del manager n_n) haya estado presente cuando él y Junsu se marearon al mismo tiempo, recibiendo explicación detallada por parte de Minnie, más la petición simultánea de Jae y Micky para acudir a la consulta, había sido imposible escaparse de ir a l médico. Además, que el manager dijera que el estado de salud de DBSK era más importante que nada casi hasta lo había conmovido, aunque aun se negara a revisarse, así que viendo la negativa en ambos chicos, ordenó a los tres se aseguraran de la visita médica.

- deja de quejarte Su, ni que le tuvieras miedo a las inyecciones… - esa era la voz de Yoochun, quien forcejeaba con su pareja para colocarle el cinturón de seguridad, ambos en el asiento trasero, junto con Min que los observaba divertido. Al frente, Jae arrancaba el motor, Yunho a su lado.

- no quiero que me atiborren de medicamentos… ¡Chunnie malo!... – exclamó con un puchero molesto porque el pelinegro había conseguido su objetivo.

- pon todas las excusas que quieras pero te van a revisar y nos sacaremos de dudas sobre la causa de tu estado de salud… el de ambos… - miró a Yunho.

Llegaron a la consulta, que gracias al cielo estaba prácticamente solo, excepto por un par de pacientes que no les prestaron atención, y el personal de la clínica los conocía bien por lo que no armaban escándalo ante su presencia, lo que no quitaba el murmullo emocionado de enfermeras.

- la dra. Missa Bin les espera, pueden pasar… - la enfermera asistente les indicó la entrada al consultorio. Aunque, ¿había dicho Dra. Missa Bin?

- disculpe, y el dr. Lee?... – preguntó con educación el menor, sus hyung´s entrando en la consulta.

- tomó su semana de vacaciones, pero la Dra. Bin es de las mejores, llegó por recomendación directa del Dr. Lee… - explicó sonriente, no todos los días se puede intercambiar palabras con el encantador Minnie (n/a babeando el teclado)

- oh, muchas gracias, compermiso… - los cinco dentro del consultorio era algo realmente extraño, pero la Dra. no mostró inconformidad, si bien solo Yunho y Junsu estaban sentados al escritorio, el resto detrás en un sofá (n/a que consultorio tan amplio y cómodo o_o¡)

- soy la Dra. Missa Bin, les atenderé en ausencia del Dr. Lee que está en unas merecidas vacaciones, pueden estar tranquilos que soy muy profesional y discreta. Ahora, pueden decirme cuál es el motivo de su consulta?... – se dirigió al castaño y al moreno, el segundo le cedió la palabra al primero.

- además de cansancio, hace algunos días me han dado calambres por las mañanas, también tengo náuseas y vómitos, mi apetito aumentó un poco, tengo antojos, he tenido mareos y me he desmayado dos veces… - soltó de corrido. La Dra. tomando nota.

- y usted, joven Yunho… -

- comencé por comer mucho, bastante a decir verdad puesto que a todas horas tenía hambre y antojos, durante el día me sentía lleno de energía pero apenas llegaba la noche me caía de sueño. Hace un par de días le tengo aversión a algunos olores, lo que ha ocasionado que vomite en ocasiones y también he tenido mareos, pero no me he desmayado.

- han consumido alimentos en mal estado que pueda explicar las náuseas y los vómitos?...

- no, hemos comido siempre lo mismo todos y solo nosotros tenemos ese síntoma… - respondió el líder.

- están tomando algún medicamento que pueda ocasionarles alguna alergia o que hay estado caducado?...

- yo no he tomado nada, ni siquiera aspirinas… - señaló Junsu.

- yo tampoco, Jae me ha preparado algunos remedios caseros… - explicó el moreno.

- se han sobre-exigido en el trabajo?

- no… - aseguraron a la par.

- de acuerdo… - la dra, que tal como lo imaginaron es nada más y nada menos que Artemisa, llenó un par de hojas y se las pasó a los muchachos… - es una orden clínica para que se les realicen algunas pruebas, dado que no parece deberse a infección, ni intoxicación por alimentos o medicamentos, ni exceso de trabajo, son pruebas sencillas, los resultados se los entregarán en cosa de una hora y me gustaría que volvieran si no muy complicado para ustedes… - la rubia estaba siendo realmente profesional. Cosa que inspiró confianza en los cinco.

- está bien, no hay problema, volveremos más tarde entonces… - hicieron una reverencia e inmediatamente se dirigieron al laboratorio, sin revisar siquiera la orden médica que entregaron a un médico que nunca parecía poner atención a las personas, les tomó unas muestras de sangre y en una hora ya tenían sus resultados contenidos en un sobre sellado. Regresaron a la consulta, esperaron unos minutos a que la dra. terminara de atender a un paciente y después ingresaron, le entregaron los sobres a la dra. algo nerviosos tomaron asiento en espera del diagnóstico.

- realmente increíble… - susurró. Absoluta seriedad en su rostro… … - sé que lo que voy a decirles parecerá absurdo e increíble, una completa locura o broma de mal gusto, pero los resultados han confirmado mis sospechas dado los síntomas que expresaron anteriormente… - … - y si el diagnóstico que voy a ofrecerles no les convence aún hay algo más que podré mostrarles para disipar dudas… - los chicos estaban muy intrigados, por la expresión tranquila de la dra. no parecía nada grave, pero… entonces porqué decía que no creerían su diagnóstico?

- disculpe… - interrumpió Min, que ya estaba de pie en medio de los asientos de Junsu y Yunho… - no puede ser que vaya a decir lo que creo, está bien que los síntomas encajen con el diagnóstico que creo que va a dar, pero, Srita. eso solo pasa en las historias que se inventan nuestras fans, no puede ser que sea eso, es imposible… fisiológica y biológicamente es imposible… ¡son hombres!... – el resto no entendía de qué iba el rollo del menor.

- lo sé, joven ChangMin, pero el diagnóstico que cree que voy a dar es justamente el correcto, cómo pasó, no puedo explicarlo, sinceramente, pero es un hecho… - el menor palideció, volvió a tomar asiento a lado e Jae y Yoochun, ahora estaban más intrigados.

- dra. puede decirnos ya qué tenemos… - urgió el líder.

- por supuesto, permítanme felicitarlos… están embarazados.

Reacciones, excepto en Minnie que ya se había desmayado de la impresión.

1. Cara de estupefacción que decía “no invente”

2. Sonrisa nerviosa y la expresión escrita en sus ojos
de “buena broma, dónde está la cámara escondida”

3. Seriedad absoluta, el cerebro procesando la palabra “embarazado”

4. palidez general y por último…

- ¿¡Que yo qué!? – gritaron al borde del colapso nervioso Yunho y Junsu. Yoochun y Jae tenían los ojos abiertos de par en par sin poder creerse todavía las palabras de la dra.








SIGUIENTE

0 ♥Comentarios♥ :

:a   :b   :c   :d   :e   :f   :g   :h   :i   :j