25 sept 2009

En esta habitación










Titulo: En esta habitación
Autora: Gabz
Parejas: JaeMin







El marco de la puerta ha sido mi único aliado durante los últimos días. Semanas, quizás. Pero no puedo reprochártelo.

No puedo. Simplemente, no puedo.


Tanto, tanto… tanto tiempo…



Y en efecto, ha sido mucho tiempo.

Tiempo en el que pasé de ser solo Shim ChangMin a ser Shim Max ChangMin. De ser el mocoso del grupo, el ingenuo y nada atractivo a ser el que ahora con solo una curvatura de labios puede matar a toda una legión de fans.

De ser un simple niño a ser un complicado hombre. De ser amigo, a ser amante.

Tu amigo. Tu amante.

Pero el marco de la puerta debe estar aburrido de mí y mis lamentos. ¿Irónico, eh? A ti también te oí quejarte de mis lamentos.



Estoy sintiéndome solo, en esta habitación.
Silencios de odio…



Y sí me siento solo. Y no necesariamente porque no hay nadie en casa, sino porque tú no estas.

Odio el silencio. Odio tu silencio, JaeJoong. Mi silencio es de cobardía. Pero tu silencio es de odio. Odias que no sea lo suficientemente valiente como para detenerte. Odias mis dudas, mis quejas.

Y yo también, créeme, por lo que más quieras, créeme que yo también.

Pero odio más este silencio. Este que dejas cada vez que te vas. Cada vez que no te tengo junto a mí. Cada vez que te dejo huir. Cada vez que no te escucho gemir mi nombre con deseo.



Estoy volviendo yo a verte, en esta solución…
Momentos de agobio..



¿Será, en serio, ésta, la solución? ¿Alejarnos? ¿Alejarte?

Yo te amo, JaeJoong, por Dios que te amo. Ni dudo ni lo escondo de mí. Lo escondo de ti. Y sé que ese es el error. El maldito error que ahora te retiene en aquél hotel fuera de Seúl, que te retiene de mí. Que no me deja sentir tus labios, aquellos sonrosados labios que con tan solo un roce pueden hacer despertar a un ChangMin que no conozco.

Dios, JaeJoong… Tus labios. Tu piel. Tu cabello. Tus ojos. Tu olor. Tú.

Agobio… Cielos, agobio es lo único que siento cuando no te siento cerca. Cuando no te veo. Cuando no escucho tu vos. Cuando no veo tus profundas orbes clavarse en las mías. Cuando no siento tus manos pasearse por mi cuerpo.

Cuando no estás.

Así como ahora.



Tanto, tanto…. Tanto tiempo.



¿Cuándo fue que empezó todo esto? Creo que ya perdí la cuenta.

Pero sí recuerdo tu rostro el día en que el YooSu anunció su relación.

¿Qué significaba, JaeJoong?

¿Tranquilidad, de saber que por fin YooChun dejaría de llorar todas las noches por JunSu?
¿Alegría, de saber que por fin JunSu se diera cuenta de lo mucho que YooChun le ama?

¿O era alivio? ¿Alivio, de saber que no eras el único con “elecciones” diferentes?

¿Qué era, JaeJoong?

Pero lo averigüé. Y aquella misma noche te encaré en tu habitación. En esta habitación.

No había nadie. Justo como ahora. YunHo había salido con su novia (la de aquél entonces), y el YooSu había salido a hacer maldades en el primer hotel que encontraran a la deriva.

Justo como ahora.

-Hyung, ¿estás ocupado?
-No, ¿qué ocurre?

De acuerdo, tal vez no te encaré. Tal vez simplemente entré a contemplarte.



Estoy cayendo en tu mente, en toda tu pasión…
En esta tela de araña..



Tu cuerpo semi recostado en aquél sillón junto a la ventana, tu pantalón holgado estilizando las curvas de tus piernas, tu camisa sin mangas mostrándome el resultado de tanto ejercicio: nos brazos bien formados pero al mismo tiempo delicados.

Todo eso me invitaba a tomarte ahí mismo, todo aquello me había invitado a amarte. Desde el primer momento en que posaste tus almendrados ojos en mí.

He caído, Jae, me encuentro perdido en el abismo de tu ser. De todo tu ser.

-¿Min? ¿Estás bien?

Tu voz me sacó del ensueño. A quién engañamos, Jae… tu voz es mi ensueño.

Pero las palabras morían en mi garganta. Y empezaban en tus labios.

-¿Min?
-Lo siento, Jae… creo q~
-Espera, no te vayas… Quiero… quie~Quiero decirte algo...

No podía creerlo. ¿JaeJoong, nervioso? Muchos pagarían por verte así, muchos, incluso yo.

Y ahora tenía un asiento en primera fila. Y era gratis.

Observé tu delgada y estilizada figura ponerse de pie y avanzar hacia mí. Sin mirarme, sin decirme nada. Escondiendo tus bellos ojos de mí.

-ChangMin…

Que utilices mi nombre completo quería decir que era cierto. Pero no me gusta lo serio. No me gusta verte serio. Me gusta verte sonreír. Amo tu sonrisa.

-ChangMin… quiero saber qué es lo que piensas de YooChun y JunSu..

Por fin me miraste. Y por un momento deseé que no lo hubieras hecho. Veía miedo, Jae. Veía pánico, la mirada de pánico que pones cuando has salido de fiesta y te han mandado llamar en SM y tienes una reunión con “la cabeza”. Pero también había emoción, expectativa, anhelo… Esperanza.

-El amor no elige edad, color, raza, ni mucho menos, hyung… No puedes juzgar algo que de por sí ya es hermoso, sin importar haberlo conocido o no. ¿Acaso el amor nos juzga a nosotros?

En inconscientemente, con cada palabra, me acercaba más a ti. A tu rostro, al rostro del cual me he enamorado perdidamente. A tu cuerpo, al cuerpo que despierta muchas cosas en mí.

Y no sé de qué forma logré controlarme.

-¿Qué piensas tú, JaeJoong?

Sin saber porqué, tan solo susurré la pregunta, y admitiendo que sí se porqué, el tono con el que hablé, destilaba deseo.

Si los escalofríos tuviesen sonido, me hubiese quedado sordo.

-Yo… pienso lo mismo que tú… pero con una diferencia.

Es tu naturaleza discrepar conmigo, ¿eh?

-¿Cuál?
-¿Me dirás que nunca has cuestionado lo que sientes? ¿Que nunca haz juzgado tus sentimientos?

Touchdown.

Cuánta razón tuviste, tienes y tendrás, Jae. Todo este tiempo cuestioné lo que sentía, sin saber que cada que lo hacía te clavaba más en mi corazón.

-Los he juzgado… pero los he respetado. Y también he llegado a la conclusión que jamás se deja de amar… que no importa cuántas veces digas que no está bien, que no es correcto, en el fondo sabes que es necesario…

Y sin saber cómo, nuestros labios empezaron un roce, para convertirse en una caricia desesperada.

¿Quién había empezado? No lo sé.

Tan solo sabía que si uno de los dos terminaba con aquél magnífico contacto, debía morir cruelmente torturado.

Aprisioné tu cintura con mis manos, acercándote a mi cuerpo, deleitándome con el roce de tus caderas sobre las mías, lo mismo que con nuestros labios. Tus manos acariciaban mis pectorales, bajando por mi abdomen, colándose por debajo de mi camiseta, tocando a tu antojo.

Ay, JaeJoong, si no te hubiese deseado aquella noche, casi me hubiese sentido ultrajado.

Pero te deseaba. Te deseo. Demasiado como para intentar mentir.

Dejaste de besarme solo para sacarme la camiseta, y volviste a besarme solo para seguir haciéndome delirar.



Estoy rozando tu vientre en mi imaginación..
Deseos de hombre..



Dejó de ser mi imaginación en el momento que aventaba tu camiseta sobre el buró. Dejó de ser mi imaginación cuando te sentí desabrochar mi pantalón. Cuando besabas mi cuello, mi lóbulo, cuando lamías mi piel con deseo.

Cuando tuve tu hermoso y perlado cuerpo de sudor bajo el mío.

¿En qué momento habíamos quedado desnudos? ¿En qué momento quedaste tú encima mío repartiendo caricias por doquier?

Deseaba que seas mío y deseaba ser tuyo. No era el deseo de hombre que despertaba en mí, era el deseo por ese hombre que se encontraba besándome con lujuria.



Recuerdo tu nombre, en esta habitación..



-Jae… Mhmmm…

Mi voz cargada de excitación te obligaba a seguir. Y dudo que no quisieras, habías esperado por esto tanto como yo.

Pero no quería ser el único disfrutando. Entrelacé mis piernas con las tuyas y te hice caer el equilibrio, friccionando nuestros miembros con el contacto.

Te oí gemir. No por vez primera, pero sí era la primera en que gemías para mí. Y por mí.

-Min.. mhmm… ahhh…

Y yo que creía conocer la música y las más bellas melodías…

Eso no tenía comparación. Era el sonido más bello que podía haber escuchado y el que me habían dedicado.



Tus labios… Tus besos…



Besos que me hicieron conocer y palpar la gloria aquella noche. Besos que me erizaban la piel. Que me hicieron delirar.

Tus labios, que recorrían mi boca, se pasearon por mi cuello, mis pectorales, bajando por mi ombligo, y que se perdieron en aquella parte de mi anatomía que clamaba por tu presencia, por tus labios. Por tu sensual lengua, por tus delicadas mordidas.



Recuerdo tu nombre, en esta habitación…



-Jae… -logro suspirar entre los abrumadores recuerdo de aquella noche, rozando mis dedos por la cabecera de tu cama, para luego sentarme en la misma, tallándome las sienes en desesperación al no tenerte conmigo.



Tu cuerpo, tu anhelo…



-Mhmm… Sí, Min… así… ahh.. mhm…

El vaivén frenético de nuestras caderas nos estaba volviendo locos. Dementes, insanos. Y buscaría más sinónimos de no saberme herido al recordar tu cuerpo. El cuerpo que marqué como mío en esta misma cama en la que estoy sentado.

Tu cuerpo, JaeJoong… Fundaría una religión por él. Haría penitencias por él.

-Haría de todo con tal de tenerte una vez más…



Recuerdo… en esta habitación…



-Porque… Te amo, JaeJoong… Te amo… Y ya no tengo miedo de decirlo…

Y luego todo es dolor. Un fuerte y punzante dolor en mi mandíbula. Un gemido de profundo dolor escapa de mis labios, al mismo tiempo que me tomas del cuello de la camisa y me zarandeas.

-¿Y ha tenido que pasar todo esto para que te des cuenta que en realidad me amas, pedazo de idiota?

Tu voz tambalea entre la cólera y la alegría. Mi corazón late desbocado cuando siento tus cálidos labios sobre los míos. ¿O es solo una ilusión?

Mis manos se pasean por tu cuerpo, buscando aquello que me pertenece. A mí y a nadie más.

-Mhmmm…Min, espera…

De acuerdo, sí eres tú. Aquello “mío” sí era de verdad. Y estaba ahí.

-Jae.. Yo… Jae, lo siento tanto, te juro que~

-Cállate. Solo quiero escucharte decirlo mientras me miras a los ojos. Mírame, ChangMin. Mírame y dime que en verdad me amas.

-Jae~

-Dilo.

-Pero, Jae~

-Maldición, dilo, antes que me largue de una buena vez y para siempre.

-Jae~

-¿Lo vas a decir?

-Mierda, ¿vas a dejarme hablar o no?

Tu rostro se ve confundido. ¿En serio esperas que te diga que no te amo?

-Te amo, JaeJoong… más de lo que imaginas…

Silencio. Silencio y más silencio.

¿Entonces para eso habías vuelto? ¿Solo para hacerme decir que te amo y no decir nada a cambio? ¿O es que acaso eres tú quien ya no me ama?

-Di algo, por favor… -suplico con histeria, te ruego que digas algo, solo para saber que todo esto no es otro estúpido sueño. Y es que ya he tenido varios así.

Y una vez más siento la calidez de tus labios envolver los míos con dulzura.

-Creo que ya todo está dicho ya… -murmuras contra mis labios, haciéndome estremecer-. Yo también te amo, Min… más de lo que imaginé..






FIN







--------------------


2 ♥Comentarios♥ :

Gabz dijo...

hola :) uhm, mira, yo encantada con que compartas mi fic y todo, pero me hubiese gustado que me hayas pedido permiso primero, sabes? ojo, que no lo hago con ánimos de pelea ni nada, es solo que el fic es mío y aunque veo que sí has puesto que lo escribí yo, de todas formas me incomodó verlo de porra y sin previo aviso...
y eso que de todas maneras te hubiera dicho que sí podías colgarlo, eh XDDD
bueno, tu blog está genial, y espero que te siga yendo bien :)

Gabz.

Mirai❤ dijo...

perona gabz (:
tienes toda la razon y pido disculpas u_U
es uno de los pocos fics que puse sin permiso pero es que ando a las corridas :X. se que esto no juztifica nada pero no volvera a pasar ^^ es que ame el fic y pues de todos modos mis disculpas ^^
no volvera a pasar (:

:a   :b   :c   :d   :e   :f   :g   :h   :i   :j